WASHINGTON. El diario The Washington Post publicó hoy un editorial en el que critica la “porosidad” entre la Fundación Clinton y el Departamento de Estado cuando la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, era la jefa de la diplomacia estadunidense (2009-2013).

 

“Donantes de la Fundación Clinton podrían haber visto sus regalos como medio para comprar acceso y eso apunta a un problema aún mayor. Si la señora Clinton ganara en noviembre, traería al Despacho Oval una red de conexiones y potenciales conflictos de interés desarrollados durante décadas”, señala el editorial.

 

La Fundación Clinton es el gigante de la filantropía creado por el expresidente Bill Clinton, que desde 2001 dirige con su hija Chelsea y que desde ese año ha conseguido atraer alrededor de 2.000 millones de dólares en donaciones.

 

Pese a que las salidas de tono del candidato presidencial republicano, Donald Trump, siguen manteniendo en un segundo plano los principales puntos débiles de la aspirante demócrata, la revelación de un nuevo conjunto de correos electrónicos del Departamento de Estado ha revivido la polémica.

 

Según revela la filtración, publicada por la fundación conservadora Judicial Watch, altos cargos de la Fundación Clinton solicitaron una reunión para uno de sus mayores donantes, el millonario libanés Gilbert Chagoury, a lo que la principal asistente de Clinton cuando era jefa secretaria de Estado, Huma Abedin, se prestó.

 

“Ofrecer acceso, incluso cuando solo se hace para compartir información, es proveer un favor”, asegura el influyente diario, que considera que el comportamiento revelado no pasa de un escándalo “medio”.

 

“El muro ético que se suponía que Clinton tenía que levantar entre ella y la organización de su familia no era lo suficientemente impermeable”, concluye el diario.

 

Los posibles conflictos de interés entre el trabajo de la Fundación Clinton y el papel de la entonces secretaria de Estado en el Gobierno estadunidense han levantado dudas en varias ocasiones durante esta campaña.

 

Además, el Post critica la difusas líneas que separaban el trabajo de personas vinculadas a la fundación, como asistentes de Bill Clinton, de Hillary Clinton o del Departamento de Estado.

 

De hecho, Abedin, la asesora más cercana de Clinton y quien dejó su puesto de vicejefa de gabinete en junio de 2012, fue contratada de nuevo por el Departamento de Estado, pese a compaginar esa labor con trabajos remunerados en la Fundación Clinton y con una empresa consultora creada por un asistente de Bill Clinton y ex alto cargo de la fundación.  dmh