El periódico ‘The Guardian’ publicó este jueves un informe sobre el plan de acción ante el eventual fallecimiento de la Reina Isabel II, el cual tiene el nombre clave “Puente de Londres”.

 

Cuando Jorge VI, su padre, falleció hace 65 años, se transmitió la muerte al Palacio de Buckingham usando el código ‘Hyde Park Corner’, para asegurar que la información no se filtrara al público.

 

Aunque la reina cumplirá 91 años en abril, el tema de su muerte vuelve a ser tema relevante entre los británicos y el diario inglés publicó un articulo que adelanta el orden de los eventos tras el deceso de la monarca y la coronación de su hijo Carlos.

 

De acuerdo con la publicación, en cuanto la reina muera, su médico Huw Thomas alertará en secreto al Primer Ministro con la frase: “El Puente de Londres ha caído” .

 

Primero se avisará a los 15 gobiernos fuera del Reino Unido, donde la Reina es también la jefa de Estado, y después a las otras 36 naciones de la Commonwealth para las que ha servido como una figura simbólica.

 

El anuncio se publicará como un ‘flash’ informativo a la agencia británica ‘Press Association’ y luego al resto de los medios de comunicación del mundo simultáneamente.

 

Tras el anuncio, el Parlamento se cerrará, la gente irá a casa temprano, y los pilotos de avión anunciarán la noticia a sus pasajeros.

 

El día después de la muerte de la reina se izarán las banderas y a las 11 de la mañana, Carlos será proclamado rey.

 

El nuevo rey visitará lugares como Edimburgo, Belfast y Cardiff para asistir a los eventos en honor a su madre y para reunirse con los líderes de los gobiernos descentralizados.

 

Cuatro días después de su muerte, el ataúd se trasladará a Westminster Hall y permanecerá ahí durante cuatro días completos. La procesión desde el Palacio de Buckingham será el primer gran desfile militar del Puente de Londres.

 

Al cumplirse el noveno día, será el funeral. En esa fecha la mayoría de ciudadanos no irán a su trabajo y muchas tiendas se cerrarán. Imágenes de la Reina se expondrán en las calles y se programarán servicios religiosos en todas las ciudades del Reino Unido.

 

Desde Hyde Park Corner, el coche fúnebre recorrerá 23 millas por carretera hasta el castillo de Windsor, lugar donde los cuerpos de los soberanos británicos son enterrados tradicionalmente.

 

Al cerrarse las puertas del claustro las cámaras tendrán que dejar de transmitir y dentro de la capilla, el nuevo Rey dejará caer un puñado de tierra roja de un tazón de plata.