La académica del Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Cecilia Cuéllar Martínez, investiga el uso de té de kombucha, vino tinto y cerveza, para crear textiles hipoalergénicos.

 

La experta partió de una investigación de Susan Lee, de Inglaterra, quien con azúcar y vinagre -ácido acético glacial- “alimenta” las bacterias que suelta el té de kombucha, para después de fermentado formar una corazón que servirá como matriz para elaborar textiles.

 

Sin embargo, hasta el momento la inglesa al parecer aún no ha podido resolver el problema de que el acabado de la matriz se deshace al momento de querer producir una tela, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Iberoamericana.

 

A partir de ese punto, Cuéllar inició su trabajo en el laboratorio de la Universidad Iberoamericana, donde en recipientes perforados de cristal -para que las bacterias respiren y no mueran- experimenta con diferentes tiempos de fermentación y cantidades de glucosa, para mantener viva la matriz, de cual extraerá capas para crear los textiles.

 

La maestra realiza pruebas de ensayo y error que le permitirán determinar si es mejor utilizar como precursor del ácido acético glacial la cerveza, que debilita la estructura de la bacteria, o el vino tinto, que la fortalece.

 

Con vino o cerveza, mas azúcar, se alimenta por semanas a las bacterias de la matriz creada con el té de kombucha, y durante la fermentación, de tres a cuatro meses, se debe evitar que las bacterias del té se contaminen con otras bacterias del medioambiente, lo que puede matar a la matriz o degenerar el textil.

 

Planteó también la importancia de controlar la cantidad de glucosa, pues si es mucha la tela pierde flexibilidad y se vuelve rígida.

 

En el tiempo que lleva investigando, la docente ha observado que el vino tinto le está dando la rigidez necesaria para que al momento de extraer láminas para elaborar el textil éstas no se deshagan.

 

Una vez obtenido el textil, éste se tiene que limpiar, secar, deshidratar y moldear -en un figurín de madera. Después de esto, hay que darle un acabado al textil, para que permita a su usuario transpirar.

 

Con este proceso, Cuéllar Martínez desea obtener “textiles que no son textiles” y que sean hipoalergénicos, una propiedad de la cual carecen las telas hechas con fibras naturales, orgánicas o polímeros derivados del petróleo.

 

Para realizar su investigación cuenta con el apoyo de Fernando Bermúdez Barreiro, director del Departamento de Diseño; Mariam Bujalil Palafox, coordinadora de la Licenciatura en Diseño Textil, y Guadalupe de Agüero Servín, coordinadora de Laboratorios y Talleres del Departamento de Diseño. |DEC