AUSTIN, Texas. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) quiere construir un centro residencial en el pueblo de Dilley, ubicado a unos 110 kilómetros al suroeste de San Antonio, dijo la vocera de la agencia, Adelina Pruneda.

 

 

“Las estructuras del sitio pueden usarse para albergar hasta a 680 residentes, mientras las nuevas instalaciones se construyen”, dijo Pruneda.

 

 

La vocera se negó a entrar en detalles tales como el costo o la capacidad de las instalaciones, o la cantidad de adultos y niños que podrían albergarse en la instalación de dos mil metros cuadrados, así como el tiempo en que estaría listo para usarse.

 

 

El ICE está trabajando para “concluir los contratos con los proveedores de servicios y los constructores”, indicó la vocera.

 

 

El aumento en la cantidad de menores que cruzan la frontera sin compañía ha afectado la capacidad de las autoridades para albergar a quienes detiene por entrar a Estados Unidos sin permiso. Muchos de los inmigrantes sostienen que salieron huyendo de la violencia de pandilleros y grupos que trafican con drogas en Guatemala, El Salvador y Honduras. Algunos buscan asilo. Otros son retenidos en lo que se les deporta o se les coloca con parientes que ya están en Estados Unidos.

 

 

El mes pasado, las autoridades federales adaptaron un centro para hombres con 532 camas al suroeste de San Antonio para acomodar allí a familias.

 

 

Otro centro de detención para padres y niños en Pennsylvania y otro temporal en Nuevo México tienen capacidad en total para 800 personas.

 

 

“Los centros residenciales familiares del ICE son una opción efectiva para mantener a las familias juntas en tanto esperan noticias de sus audiencias de inmigración o se les devuelve a sus países”, dijo Pruneda en un comunicado. “El ICE se asegura de que en esos centros haya cuartos de juego, trabajadores sociales, cuidado de la salud y clases con maestros bilingües y certificados por el estado”.

 

 

Los defensores de los inmigrantes deploraron el anuncio, señalando que un centro de detención para familias cerca de Austin, llamado T. Don Hutto, tuvo que ser evacuado ante denuncias de violaciones de los derechos humanos.

 

 

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y la Clínica de Ley de Inmigración de Texas de la Universidad de Texas presentaron una demanda por la detención de familias ahí, sosteniendo que se les tenía en condiciones inhumanas.

 

 

En 2009 las autoridades sacaron a todas las familias de ahí y las enviaron a Pennsylvania, mientras que en Hutto sólo se alberga a mujeres.

 

 

“La lección de Hutto es que la detención no es apropiada para los niños y sus familias, y creo que eso es un hecho probado”, dijo Bob Libal, director ejecutivo de Grassroots Leadership, una organización que se opone a los centros de detención de inmigrantes.