El Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas, Estados Unidos anuló hoy la condena a muerte que pesaba sobre el mexicano Héctor García por un asesinato de 1987.

 

García, que ahora tiene 54 años, seguirá encarcelado ya que aún está condenado a cadena perpetua por el robo que derivó en ese asesinato.

 

Los magistrados anularon la condena a muerte ya que los abogados del mexicano lograron demostrar diversas irregularidades sucedidas durante la investigación del caso y el juicio celebrado hace 25 años.

 

En ese entonces, a García lo hallaron culpable de la muerte de un joven de 14 años -Eduardo Ríos-, durante el robo de un supermercado en la localidad fronteriza de Edinburg.

 

Según la sentencia, García y su cómplice, Eduardo Morales, entraron al negocio y encañonaron al chico para que Adelina Ríos, su hermana de 17 años, les entregara la recaudación de la caja.

 

Antes de irse con el dinero, les dispararon a ambos, aunque la chica sobrevivió.

 

Pese a que el crimen sucedió en 1987, a García no lo detuvieron hasta 1989 después de que un periódico local lo vinculara con el suceso y Adelina Ríos lo identificase entonces entre diversos sospechosos que las autoridades le mostraron.

 

En la fotografía que los policías mostraron a Ríos, García, a diferencia del resto de sospechosos, vestía un mono de reo de color naranja, lo que pudo inducir a su identificación por parte de la menor.

 

Además, los fiscales ofrecieron un trato a Morales a cambio de incriminar a García, una declaración que se utilizó en el juicio pese a que el propio implicado se retractó.

 

García fue condenado a cadena perpetua por el robo y a muerte por el asesinato.

 

La decisión tomada por los magistrados anula la condena a muerte.

 

En Texas hay 20 extranjeros condenados a muerte: diez mexicanos, tres salvadoreños, dos hondureños, un nicaragüense, un argentino, un vietnamita, un bangladesí y una británica nacida en la caribeña San Cristóbal y Nieves.