La fructífera relación de negocios que iniciaron en 2013 Uber y sus socios mexicanos parece haber entrado en un periodo de sobresaltos. Un grupo de conductores, de los 40 mil que tiene en el país, lanzó acusaciones contra la empresa por cobrar altas comisiones, bajar las tarifas del servicio y aplicar ofertas, como Uber Pool, que reducen sus ganancias.

 

Con 1.2 millones de usuarios en el Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Querétaro y Tijuana, México es el tercer mercado más importante para Uber después de Estados Unidos y China, esto de acuerdo con el presidente de la empresa, Travis Kalanick.

 

Si bien Uber y sus socios libraron las primeras manifestaciones en contra de la empresa californiana por parte de taxistas y conductores del transporte público bajo el argumento de una competencia “injusta”, ahora son los propios choferes quienes protestan en demanda de mejores condiciones laborales.

 

El detonante de la inconformidad fue el anuncio de Uber de que reduciría sus tarifas en el país entre 14 y 22% para incrementar el número de usuarios que dejan de viajar ante la “cuesta de enero”; este lunes, los choferes que operan en ciudades como el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara apagaron por varias horas sus apps y se negaron a prestar el servicio.

 

La protesta fue convocada el domingo a través de Facebook por conductores quienes señalan que la decisión de la empresa estadunidense de reducir las tarifas implicará un beneficio únicamente para los usuarios y Uber, que cobrará sus comisiones, mientras que los choferes son quienes “tienen” que llevar el peso de adquirir las amenidades (botellas de agua, dulces), trabajar más horas y mantener la calidad en el servicio.

 

A sus socios más antiguos, la empresa les cobra una comisión de 20% por cada viaje que realizan, mientras que quienes se suscribieron a partir del 16 de noviembre la comisión por realizar la transacción y hacer uso de la plataforma es de 25%, situación con la cual los choferes no están de acuerdo.

 

Bajan las tarifas pero nosotros seguimos dando una comisión a Uber que no baja, al contrario, aumentó para los nuevos choferes. Está bien que bajen las tarifas, seguiremos ofreciendo un excelente servicio, pero entonces Uber tendría que ser parejo y bajar sus comisiones. Ahora vamos a tener que trabajar más horas por semana para obtener los mismos ingresos”, comentó Alejandro Noriega, chofer de Uber desde hace seis meses.

 

La empresa declinó emitir un comentario sobre la protesta, pero señaló que bajar las tarifas es una práctica que se lleva a cabo con regularidad. La justificación es que al hacerlo se incrementa la demanda del servicio, lo que al final se traduce en un incremento de las ganancias para los choferes.

 

Esta no es la única polémica, en Estados Unidos hay un debate en torno a si los choferes son trabajadores de Uber (lo cual implica que la empresa tiene obligaciones con ellos, como cualquier empleador) o emprendedores, como ésta los llama, lo cual la libera de responsabilidades. Apenas en julio pasado, un tribunal laboral de California dictaminó que los conductores deberían ser calificados como empleados, no como proveedores independientes de un servicio.