Es, quizá, uno de los lugares de mayor tradición en la Ciudad de México. Su fachada e interiores han sido protagonistas de películas mexicanas como Dos tipos de cuidado. Cada rincón guarda la historia de servicio, tradición, fiesta y mariachi. Recinto favorito de emblemas de la música regional mexicana y motivo de inspiración para distintas canciones.

 

Tenampa celebrará su 90 aniversario como uno de los lugares más emblemáticos del país. “Hablar de Tenampa es hablar de toda una historia y de cómo distintas personalidades lo convirtieron en un lugar mágico, a través de música, cine y muchas canciones”, aseguró Fernanda Aguilar, representante del recinto, en entrevista con 24 HORAS.

 

Uno de los principales atractivos de la famosa cantina de Garibaldi es, lejos de su diseño, bebidas y ambiente, las historias que guarda como las tardes de escritura y “parranda” de José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas, en la entrada a la izquierda; o las tardes de grabación de Pedro Infante y Jorge Negrete en Gitana tenías que ser, o los bailes de Mario Moreno Cantinflas y Germán Valadés Tin Tan.

 

“Este es un museo, donde podemos venir a tomar una copa como en cualquier otro lugar, pero aquí lo que te hace sentir distinto es que aquí se sentaron varios figuras. No sólo eso, el observar los murales que lo rodean y presenciar este lugar, hace que Tenampa sea un lugar especial, que hoy en día es testigo de muchas historias. Además de resaltar el orgullo mexicano que, creo, no se puede vivir en otro lugar, mejor que aquí”, aseguró Aguilar.

 

Juan Hernández fundo el Tenampa, de manera oficial, el 22 de noviembre de 1925, con el objetivo de traer una parte de Cucula, Jalisco, a la Ciudad de México. Únicamente se servían platillos del occidente del país, birria, tostadas, tacos y enchiladas; mientras el Mariachi de Cocula y el Reyes tocaban. Desde entonces, Amalia Díaz, esposa del dueño, preparaba la bebida que hoy ya es una especialidad de la casa: ponche de grada.

 

“Era una cantina típica, tradicional, donde se incorporó al mariachi, a diferencia de otros lugares del Centro Histórico. Esta fue la primera cantina que tenía mariachi en la Ciudad de México, lo que resultaba un atractivo”, comentó.

 

El paso de los años y de las personalidades de las distintas épocas le otorgaron prestigio, convirtiéndolo en uno de los favoritos y obligatorio para visitar. En 1970, el aumento de clientes provocó una remodelación, que contempló la ampliación de espacios, pero con el objetivo de mantener el elemento característico: el folklor mexicano.

 

Murales que narran la historia de la cantina y sus visitantes frecuentes, realizados por pintores como Burgos, y mosaicos de talavera con la imagen de hombres y mujeres con trajes típicos mexicanos y piñatas adornan el recinto que, aunque se ha actualizado con las normas establecidas y las nuevas exigencias de los clientes, mantiene la esencia de aquella cantina que enamoró a los grandes de la música vernácula.

 

“El Tenampa es alegría. Es un lugar para ahogar las penas, con mucha energía, para venir en pareja, con amigos. Es un lugar lleno de extraordinarias historias y es parte de nuestro México”, concluyó Aguilar.

 

Foto: Leslie Pérez

 

90 años: Regreso al pasado

 

Con el propósito de celebrar “en grande”, su cumpleaños número 90, los dueños preparan un festejo de tres días. “Queremos recordarle a todo México que aquí sigue el Tenampa, que es un orgullo estar aquí y que nos deparan muchos años más, con una gran celebración”, aseguró Fernanda Aguilar.

 

Los festejos comenzarán el 20 y 21 de noviembre para concluir el 22, mismo día que se venera a Santa Cecilia, patrona de los mariachis. Entre las actividades se encuentra sesiones de video mapping en la fachada y dentro del recinto, con un recorrido histórico de las remodelaciones y visitantes distinguidos. Además, habrá rifas para los clientes, pastel, así como un espectáculo especial con los mariachis de la plaza.

 

Las primeras 90 personas que lleguen, a partir de las 19:00 horas, el Tenampa se les regalarán un caballito de tequila y una botella de cerveza.