El temor y la psicosis colectiva paralizaron este miércoles la economía en municipios del Estado de México y parte de la CDMX, luego de registrarse diversos hechos vandálicos y saqueos en algunas tiendas y supermercados..

 

 

En un recorrido que realizó 24HORAS por Naucalpan, Tlalnepantla, Tultitlán, Coacalco, Tultepec, Tecámac, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, pudo observar que comercios pequeños, mayoristas, cadenas departamentales y centros comerciales estaban cerrados, algunos de ellos a sugerencia de las propias autoridades, como señalaron a este medio locatarios ubicados sobre Periférico Norte, a la altura de Naucalpan.

 
Fue alrededor de las 11:00 horas, al abrirse las tiendas, cuando en municipios como Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán, Coacalco, Acolman, Villa Nicolás y Ecatepec, grupos de personas, principalmente jóvenes encapuchados, irrumpieron violentamente en los comercios para robar pantallas y celulares, como confirmaron los guardias de seguridad y videos subidos a Internet.

 
Los mensajes en redes sociales y chats en teléfonos móviles con contenido de amenazas sobre más disturbios y robos comenzaron a viralizarse, por lo que locatarios y grandes cadenas comerciales como Soriana, Comercial Mexicana, Walmart, Dominos Pizza, Elektra, Farmacias San Pablo, Coppel y Home Depot, ubicados en los municipios con mayor conflicto, determinaron cerrar por completo sus establecimientos.

 
Incluso, en la zona centro de la Ciudad de México, en el corredor peatonal de Madero y Eje Central comercios cerraron por temor a posibles saqueos y se reportaron empresas que cerraron y enviaron a sus trabajadores temprano a sus casas para resguardarse.

 
La psicosis y el miedo de la gente creció a grado tal, que las calles y principales avenidas del norponiente del Estado de México estaban prácticamente vacías. El servicio del Mexibús que va de Barrientos a Coacalco fue suspendido, por lo que los usuarios optaron por caminar e, incluso, pedir “aventón” a particulares.

 
Los mensajes alarmistas y falsos también alertaron sobre presuntos toques de queda y de robos que no fueron consumados. La estrategia de las autoridades para desmentirlos fue lenta; por lo que población siguió sin salir de sus casas y con el temor de mayores represalias.