Las encuestas recientes rumbo a 2018 han creado desazón.

 

Sobre todo en la administración pública.

 

Si para Miguel Ángel Osorio Chong han sido buenas porque la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera lo ha reposicionado, en otros aspirantes han creado mucho recelo.

 

No hablemos de muchos.

 

Hoy solamente centrémonos en Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público.

 

Su objetivo es la elección de 2018 y, obvio, la Presidencia de la República.

 

Se siente con derecho propio.

 

Es amigo del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, con muchos derechos.

 

Le sirvió como secretario de Finanzas, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados –desde donde privilegió al Estado de México con partidas generosas–, presidente estatal en funciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la campaña y elección de Eruviel Ávila y sobre todo como coordinador de la cruzada de Peña Nieto para arribar a Los Pinos.

 

Muchos méritos para sentirse marginado.

 

No importan, claro, las condiciones económicas, las dudas sobre los resultados de muchas reformas estructurales, los daños causados con los cambios fiscales y el bajo crecimiento actual.

 

Nada menos ayer el Banco de México (Banxico) de Agustín Carstens redujo las probabilidades de crecimiento para 2016, año real de despegue para aspirar a despachar en Palacio Nacional y Los Pinos.

 

Un mal presente económico y un peor futuro.

 

De crítico de medios a publicista

 

¿Qué planea el secretario Luis Videgaray Caso?

 

Simple: reposicionarse.

 

El primer paso será mejorar su imagen.

 

Para ello pretende hacer un cambio radical en su equipo de comunicación, abrir el presupuesto hacendario a la promoción personal y acercarse más a los medios para mejorar su imagen.

 

Justo cuanto no ha hecho y a cuanto se ha opuesto toda la administración, porque ha bloqueado a la estructura de prensa del gobierno federal –de David López Gutiérrez a Eduardo Sánchez– y hasta ha criticado a medios.

 

A éste porque cuestiona al Presidente, a aquél porque hurga donde no debe, al otro porque no justifica su presencia en el erario…

 

Y así.

 

Pues bueno, espere usted cambios en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

 

¿Para justificar la persecución de causantes?

 

¿Para fortalecer la hacienda pública?

 

No, para mejorar su imagen e intentar ascender en la escala demoscópica y, de ser el caso, dejar atrás a Osorio Chong.

 

Videgaray aquí, Videgaray allá.

 

Videgaray en todos lados y con todas las cualidades porque es muy inteligente y está preparado para conducir a este país hoy y siempre.

 

¿Videgaray arriba de Osorio Chong?

 

Nadie le niega capacidad, pero es tarea imposible, pienso yo.

 

Miguel Mancera abona a sus planes

 

1.- Miguel Mancera ha tomado varias decisiones para reposicionarse rumbo a su candidatura presidencial.

 

Si las encuestas lo ubican como el mejor prospecto del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la tercera fuerza electoral del país, él reconoce medidas antipopulares y trata de agregar valor.

 

Algunos datos:

 

Pidió apagar varias cámaras de multa, revisar sanción por sanción y bajar hasta 80% el monto.

 

Falta, claro, la cristalización de esta orden.

 

Y 2. qué corajudo anda el presidente municipal de Texcoco, Higinio Martínez.

 

Este personero de Andrés Manuel López en Morena hizo berrinche porque no pudo colarse en la organización de la Feria del Caballo, un acontecimiento año con año en ese municipio.

 

Ahora tiene la orden de López de apoyar con todo a su partido –Morena– en las votaciones extraordinarias de Cuautla, municipio vecino a Texcoco, para arrebatar al PRI el triunfo logrado en las urnas.

 

Y, molesto, fomenta el delito de ataques a las vías de comunicación con la construcción de muros de acceso al Circuito Exterior Mexiquense, lo que genera “mucho tráfico”.

 

Eso lo trae moreno de coraje y “moreno” del coraje.

 

Cuidado: si no cumple, López no perdona ni a sus hermanos.