Aida Arregui no tiene alternativa.

 

 

Deberá dejar la Asamblea Constituyente o su jerarquía en la Comunidad Cristiana Río Poderoso.

 

 

Su caso está plenamente documentado en la Dirección General de Asociaciones Religiosas de Gobernación, donde consta su papel ministerial en aquella comunidad.

 

 

Consta muy a pesar de su dicho.

 

 

Notimex reportó ayer:

 

 

“La diputada constituyente Aida Arregui reconoció que fue ministro del culto, pero que se retiró en 2011, con el suficiente tiempo de anticipación para formar parte del órgano colegiado que redactará la Constitución de la entidad sin violar la ley.

“La legisladora del PES abundó, en conferencia de prensa, que en la actualidad ocupa una ‘secretaría’ en la asociación religiosa Comunidad Cristiana Río Poderoso, en la cual tiene una participación ‘muy activa como luchadora social’.

“Sin embargo, hizo hincapié en que esa actividad no interfiere en su tarea como integrante de la Asamblea Constituyente y tercera secretaria de la Mesa Directiva”.

 

 

El PES y sus malos antecedentes

 

 

Su caso está bajo análisis.

 

 

Para su desgracia, en la secretaría a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong y en la dirección bajo cuidado de Arturo Manuel Díaz de León hay malos antecedentes para el PES.

 

Uno de ellos fue la inhabilitación de cuatro ex dirigentes, porque desempeñaban simultáneamente mandos partidistas y labores de culto, expresamente prohibidos por la Constitución.

 

 

En este caso el partido pretende evadir la ley.

 

 

Agrega la información de Notimex:

 

 

“El presidente del partido, Hugo Eric Flores, aseguró, a su vez, que ya entregaron a la Mesa Directiva, que preside el senador Alejandro Encinas, un documento emitido por la Secretaría de Gobernación y con fecha de diciembre de 2015, que avala la separación de Arregui como ministra de culto”.

 

 

Aquí hay un problema: ella resulta favorecida por haber llegado por lista y no por votación directa, lo cual requeriría mayor tiempo sin actividades ministeriales.

 

 

Aunque de momento el tema está centrado en una diputada, el asunto va más lejos.

 

 

Al PES se le pondrá vigilancia especial para determinar si, como parece, hay más activistas religiosos en funciones políticas.

 

 

Y los demás partidos deberán poner cuidado interno para no llevar la ley de Dios a la ley del Estado, como en este caso pretende el PES.

 

 

Cabildos con una silla ciudadana

 

 

Los ciudadanos no tienen quién los represente.

 

 

De esa premisa parte una iniciativa de Alejandra Moreno Toscano, a nombre del Panal, para designar una Silla Vacía en los cabildos metropolitanos.

 

 

La idea partió del dirigente de ese agrupamiento, Luis Castro Obregón, quien pretende dar así voz –lo del voto está por verse– a representantes de la comunidad en su gobierno inmediato.

 

“De esa manera los vecinos tendrán un asiento en el ayuntamiento que podría ser ocupado por un experto o especialista para defender un punto de vista sobre un tema a debate”, me dijo ayer Castro Obregón.

 

 

Idea novedosa, pero va un agregado:

 

 

¿Por qué no poner a alguien vigilante de la autoridad y así asegurar una especie de contraloría social?