En este momento se llevan a cabo muchas campañas.

 

Unas, a la vista de todos y otras, en las antesalas de los partidos.

 

Oficialmente están en curso cuatro: tres para las gubernaturas del Estado de México, Coahuila y Nayarit y para las presidencias municipales de Veracruz.

 

Todos veremos su desarrollo y, quién lo duda, su inevitable definición en los tribunales.

 

Eso sin contar con la descalificación de los perdedores en spots y medios.

 

Pero fuera de los escaparates se desarrolla otra.

 

En las alturas, donde se deciden las trascendencias, ya se estudia la estrategia para las votaciones presidenciales de 2018.

 

Se parte de un escenario inevitable:

 

La contienda estará centrada entre Andrés Manuel López, Ricardo Anaya –cuya ambición y control de la estructura panista frenará a Rafael Moreno Valle y a Margarita Zavala– y el designado por el priismo.

 

O por el presidente Enrique Peña; lo mismo da.

 

Precisamente el mecanismo de postulación es el punto de partida de esta información.

 

GUERRA DE SPOTS A ANAYA Y EL PEJE

 

A muchos, incluidos los priistas, les escuece la campaña permanente de Andrés Manuel López.

 

Por el PRD o contra él, lleva más de tres lustros en cruzada por el país en busca de su ambición de ocupar el Palacio Nacional de día y de noche.

 

De día, para despachar en las oficinas con vista a la Plaza de la Constitución y de noche, para dormir en la habitación de Benito Juárez.

 

A sus recorridos y actos públicos ha agregado su partido personal y los tiempos oficiales pautados por el IFE Morena.

 

Las condenas a esta autopromoción llegaron de todos lados, incluido Manlio Fabio Beltrones, primero como coordinador parlamentario y luego como presidente del PRI.

 

Como el IFE de Lorenzo Córdova avaló al tabasqueño, el comentario fue obvio:

 

-Podrá ser legal, pero no moral andar en campaña fuera de los tiempos electorales.

 

A esta estrategia se sumó el panista Ricardo Anaya, pese a condenas inclusive de sus correligionarios.

 

Ahora en las alturas del gobierno se analiza cómo posicionar al futuro candidato del PRI, y una vía es no dejar los medios exclusivamente a López y a Anaya.

 

Lo veremos a partir de los movimientos del gabinete en junio, independientemente de los resultados electorales para el priismo.

 

LA DESCOMPOSICIÓN DE CHIHUAHUA

 

1. Imposible no entristecerse con el cierre del periódico Norte, de Ciudad Juárez.

 

Pasaron muchos sexenios, gobiernos de uno y otro signo y sobrevivió a pesar de la inseguridad y las malas administraciones estatales.

 

Con la actual descomposición social ya no pudo.

 

En su despedida, el dueño Oscar A. Cantú recordó el crimen de su reportera Miroslava Breach y la violencia desenfrenada con el periodismo como nueva víctima.

 

2. Situación distinta vive el gobernador Héctor Astudillo.

 

Luego de encontrar el estado en llamas, Guerrero tuvo gran éxito con el regreso del Tianguis a Acapulco y es preámbulo de una mejor temporada, la Semana Santa y de Pascua, cuando la chilanguiza se vuelca sobre el puerto.

 

Los hoteleros esperan saturación de cuartos y Astudillo pule con el Gobierno federal la estrategia para garantizar la seguridad en los espacios de mayor afluencia.