Sin candidato, Andrés Manuel López cogobernaría dos estados.

 

En cuatro días se hubiese colocado ante la oportunidad de opinar, guiar políticas, servir a los pobres de su discurso, actuar contra los corruptos y cumplir todos los objetivos de sus promesas.

 

En Michoacán, informamos aquí el martes, Silvano Aureoles le pidió proponer candidatos capaces y honestos para colocarlos en posiciones clave y le ofreció hasta tres carteras.

 

En lugar de concertar e influir -y acaso por su vocación opositora y no de gobierno- prefirió enfrentarse al hoy flamante mandatario perredista y lo acusó de ligarse a la mafia del poder, expresión sólo entendida por él.

 

Con ese rechazo cerró la posibilidad de contribuir para reordenar Michoacán.

 

Pero no fue el único caso.

 

En Nuevo León, cuando apenas despuntaba como candidato a gobernador, Jaime Rodríguez El Bronco buscó a El Peje y le propuso hacer alianzas por el estado y purificar la política.

 

Me contó El Bronco:

 

-Le dije: a ver, Andrés Manuel, tú quieres purificar las instituciones. Yo también. Tú estás contra el cacicazgo de los partidos. Yo también. Luchemos juntos. Vamos a trabajar por Nuevo León.

 

-¿Qué le ofreciste a cambio, Jaime?

 

-Un pacto sólido. Le dije: escoge candidatos para diputados y para alcaldes. Sometámoslos al juicio de los ciudadanos y vamos juntos. Hagamos un frente amplio para cambiar las cosas.

 

-¿Qué te contestó?

 

-Lo rechazó… Él tiene su discurso.

 

NI UN PESO DEL GRUPO MONTERREY

 

Tras su triunfo, Jaime Rodríguez El Bronco intentó nuevos acercamientos.

 

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Andrés Manuel López le contestó con su máximo recurso, la declaración pública.

 

Lo acusó de ser parte de la mafia del poder, de estar al servicio del gran capital, de haber llegado con el apoyo del empresariado, de no ser auténtico, de utilizar aviones privados…

 

El Bronco le envió una carta y le pidió dar muestras de autenticidad.

 

Ello incluiría renunciar al financiamiento público y regresar los 120 millones de pesos recibidos por Morena del Instituto Nacional Electoral (INE) para gastos ordinarios y la campaña electoral de 2015.

 

-¿Cuál fue la respuesta de El Peje?

 

-Ninguna. No me ha contestado… ni me contestará.

 

-¿Por qué tan seguro?

 

-Porque no ha entendido que la gente está hasta la madre de los partidos políticos. Que cuando él renuncie a su membrete y al dinero público se enfilará a la Presidencia de la República.

 

-¿De verdad?

 

-¡En serio! Llegaría de manera natural.

 

-¿Él te acusa de recibir dinero de los empresarios?

 

-No he recibido un solo peso de un empresario. Ni para mi campaña ni ahora que soy gobernador electo. Mentira que el Grupo Monterrey esté atrás de mí.

 

El Bronco relevará a Rodrigo Medina el domingo próximo.

 

A su lado pudo estar el señor López (Mandoki dixit).

 

1.- Roberto Campa cumple lo no logrado desde otras esferas del gobierno: atemperar la desacreditación de organismos internacionales a las instituciones nacionales.

 

Su papel ha sido valorado por su actuación ante el grupo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Enrique Peña espera el mismo resultado ante observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

2.- Seguramente alguien advirtió al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el parecido de su corbata con la del panista Roberto Gil cuando asistieron a la toma de posesión de Francisco Domínguez en Querétaro.

 

Por eso se la cambió en Michoacán para el acto de Silvano Aureoles.

 

3.- Grupo Salinas designó a Benjamín Salinas Sada director general de TV Azteca, con la encomienda de innovar en la producción de contenidos para televisión abierta.

 

Y 4.- felicidades a Joaquín López Dóriga, El Teacher, por un aniversario más de periodista. Le restan muchos.