El sector privado está inconforme.

 

No le gustan muchas cosas.

 

La principal:

 

Su dirigente formal, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente saliente del CCE, no ha sido analítico ni crítico con el comportamiento del gobierno.

 

Hay elementos para la explicación:

 

Coquetea con la idea de ser candidato a gobernador de Oaxaca, bien sea como externo del PRI o bajo el amparo de varias siglas.

 

Esto lo ha llevado a ser demasiado tolerante con muchas medidas, entre ellas la reforma fiscal y la falta de posicionamientos enérgicos para recuperar la seguridad, lastre del desarrollo y del crecimiento económico.

 

Otra:

 

Hay división entre los empresarios.

 

Si bien en términos generales están de acuerdo con las reformas estructurales –la laboral, la energética, por mencionar dos importantes–, hay matices y cada sector trata de llevar beneficios a su sector.

 

Esto les ha impedido presentar un frente unido.

 

Se sienten golpeados, en gran medida marginados de algunas acciones para enfrentar la crisis y sin suficiente información para garantizar sus inversiones y proyectar a largo plazo.

 

El acuerdo secreto pro Castañón

 

En ese ambiente se da la sucesión de su organismo cúpula.

 

Sin entendimiento entre partes, algunos dirigentes de cámaras y asociaciones con derecho a voto apostaron por Benjamín Grayeb para presidente del Consejo y otros por Juan Pablo Castañón.

 

Dos posicionamientos distantes.

 

Grayeb es presidente del Consejo Nacional Agropecuario y está conectado con los más dañados por la delincuencia organizada, los productores rurales.

 

El otro encabeza a la Coparmex, el ala más radical del sector empresarial pero también la más privilegiada.

 

Las auscultaciones internas daban un empate.

 

Ante esa polarización, hubo quienes voltearon hacia otra parte, en especial los presidentes de Concamin, Francisco Funtanet, y de Servytur, Jorge Dávila.

 

Imposible: ninguno traía votos para competir.

 

Eso obligó a negociar un acuerdo entre los dos principales prospectos y Benjamín Grayeb cedió sus seguidores a Juan Pablo Castañón bajo un entendido: las reformas pendientes impactarán sobre todo al patrón personal.

 

En consecuencia, deberá reforzarse la posición del empresariado ante el gobierno.

 

Ese es el compromiso.

 

Castañón será el próximo presidente del CCE desde mediados de diciembre y atrás tendrá a un grupo, el sector económico más poderoso, dedicado a presionar para exigir cumplimientos.

 

No será tan tolerante como Gerardo Gutiérrez Candiani.

 

Y está por verse –la apuesta de Teléfono Rojo es por la negativa– si esa actitud pasiva sirve para crear un candidato a gobernador. 

 

Vázquez Mota no apoya a El Yunque

 

1.- La ex candidata presidencial panista Josefina Vázquez Mota ha tomado una determinación: no dejarse usar políticamente.

 

Si acudió a la toma de posesión del gobernador de Guerrero, el priista Héctor Astudillo, fue por dar un mensaje de apoyo a un estado mártir de la delincuencia organizada y los malos gobiernos.

 

Y en Puebla, la semana pasada, sostuvo un encuentro amigable con el gobernador Rafael Moreno Valle, pero no fue a impulsar a la extrema derecha afiliada a El Yunque.

 

Con ellos no tiene alianzas, aclaró.

 

2.- El director del ISSSTE, José Reyes Baeza, y el vocal de Fovisste, Luis Antonio Godina, se sienten satisfechos con la asignación de 34 mil 150 créditos con el esquema tradicional.

 

Parte de los 119 mil 750 a asignar en 2016 con valor superior a los 52 mil 600 millones de pesos.

 

La secretaria Rosario Robles da seguimiento a estos procesos.

 

Y 3.- el PAN ha tomado como bandera el combate a la corrupción sin aclarar moches.

 

Pese a ello, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Emilio Gamboa, llama a todas las fuerzas a aprobar la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública para fortalecer instituciones y dar un combate eficaz a la corrupción.