Andrés Manuel López ha perdido gran parte de su encanto social.

 

A fines de 2013 el gobierno monitoreaba sus acciones para medir su capacidad de penetración y movilización en torno a la reforma energética.

 

Pero el 3 de diciembre, cuando se esperaba la gran concentración en torno al Senado de la República, en Paseo de la Reforma e Insurgentes, el tabasqueño fue hospitalizado.

 

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-Sufrió dos infartos que no fueron mortales -decían los primeros reportes periodísticos tras ser internado en el privadísimo Médica Sur porque las instituciones públicas son para los pobres, no para él.

 

Desorientados, sin líder al frente ni instrucción para hacer sentir su fuerza, sólo unos cuantos seguidores acudieron a su convocatoria para protestar contra los cambios constitucionales.

 

Ni su hijo Andrés Manuel López ni el dirigente formal del Morena, Martí Batres, lograron motivarlos y las concentraciones se desvanecieron.

 

Ante la débil asistencia de inconformes, el entonces presidente del Senado, Raúl Cervantes, no tuvo necesidad de utilizar las sedes alternas previstas para evitar choques y acaso algunos lesionados.

 

Pese a todo, el primer círculo del presidente Enrique Peña Nieto y las bancadas priistas auguraban tiempos difíciles.

 

NADIE QUISO SEGUIRLO A UN NUEVO PLANTÓN

 

Ya repuesto, Andrés Manuel López padre tampoco mostró músculo con las leyes reglamentarias.

 

Fue más significativa la crítica del PRD, pese a estar manejado por Los Chuchos, contra quienes ha despotricado El Peje.

 

Las leyes reglamentarias pasaron sin noticias del tabasqueño.

 

Hoy se sabe por qué.

 

Fuentes de inteligencia reportan reuniones cerradas de López con dirigentes de agrupaciones leales, de manera destacada la CCC de Max Correa, El Barzón y la Coordinadora Plan de Ayala.

 

El Peje los convocó a movilizarse y, ahora sí, bajo su mando, bloquear todos los accesos al Senado de la República.

 

-¿Y si hay sedes alternas? -le preguntaron.

 

-Seguramente se van al Auditorio Nacional o al Centro Banamex. En ese caso tomamos todo Paseo de la Reforma.

 

Todos se opusieron a revivir el conflicto de 2006, cuando tras el triunfo de Felipe Calderón el ex jefe de Gobierno embarcó a la izquierda en el plantón de carpas desde el Zócalo hasta la Fuente de Petróleos.

 

No vio respaldo y la idea se disipó, pero él se guardó el rencor.

 

Ayer lo externó cuando se negó a fotografiarse con el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el perredista Miguel Barbosa, uno de los señalados por él de entregarse al gobierno.

 

Incumplió el compromiso, sellado por su escudero Martí Batres, de actuar con civilidad y hacer un acto protocolario muy institucional.

 

Para quienes lo conocen, la conclusión es otra: López no cambia; es el intolerante de siempre.

 

TRES NUEVOS POBLADOS PARA DAMNIFICADOS

 

1.- Están prácticamente listas tres comunidades recién construidas para albergar a guerrerenses damnificados de las pasadas Fiestas Patrias.

 

Hoy estará en Acapulco la primera dama Angélica Rivera en el poblado Plácido Domingo para algunas acciones, pero luego el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, entregará viviendas en La Pintada, El Capricho y Omitlán.

 

La reconstrucción, señala Ramírez Marín, enfrente severos problemas de seguridad pero también de dispersión.

 

Hay 978 comunidades afectadas y en 689 de ellas deben edificarse cinco o menos viviendas.

 

La presencia del Ejército Mexicano ha contribuido a disminuir los riesgos para las constructoras -119 en total, casi todas locales- y se planea pedir mayor respaldo militar para terminar la tarea de reconstrucción.

 

Y 2.- ayer estuvieron las dirigentes de la agrupación Mujeres de Hierro con la secretaria general priista Ivonne Ortega.

 

Acordaron impulsar la participación femenina en todos los niveles porque ahora, ejemplificó Lorena Villavicencio, no hay ninguna gobernadora y sólo presiden 125 de los dos mil 500 municipios del país.

 

2 replies on “Conducta, razones y sinrazones del Peje”

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