Es para destacarse:

 

Al menos un centenar de dirigentes de zona en Oaxaca, integrantes de la Sección 22, expresaron ayer su decisión de abandonar la CNTE.

 

Son líderes de unas cuantas escuelas, con un mínimo de 40 y un máximo de 80 agremiados, cansados de la extorsión y dispuestos a reintegrarse a clases y al SNTE.

 

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Lo hicieron ante dirigentes de la Sección 59 del SNTE y ante representantes del gremio de Juan Díaz de la Torre y de la Fedessp.

 

Es muy temprano para augurar la emigración masiva de maestros luego del palo del gobierno federal a la camarilla de la Sección 22 a cargo del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

 

Representan, de acuerdo con cálculos del propio sindicato, “entre cuatro y cinco mil trabajadores”.

 

Muchos, si se toma en cuenta un dato base: tras varios años y mil esfuerzos, la Sección 59 –formada por acuerdo de Ulises Ruiz con Elba Esther Gordillo para debilitar a la Sección 22– tiene menos de cinco mil afiliados.

 

De golpe y porrazo duplicaría su militancia.

 

 

LA SECCIÓN 7 EN RUTA HACIA LA 22

 

Esas buenas noticias no mitigan temores del SNTE.

 

Los dirigentes magisteriales observan con cierta alarma el comportamiento de otras secciones porque han tenido cierto cobijo o al menos tolerancia de algunos funcionarios.

 

Va un ejemplo: la Sección 7 de Chiapas.

 

 

Tras la aprehensión de Elba Esther Gordillo en febrero de 2013, el encumbrado Juan Díaz de la Torre debió atender como primera elección seccional la chiapaneca con un gremio dividido.

 

Se hicieron las votaciones de zona para designar delegados y luego, en el Congreso estatal, el ala oficial del SNTE obtuvo la mayoría con apenas 25 votos.

 

El siguiente paso era la rendición de protesta cuando la cúpula sindical fue llamada a la Secretaría de Gobernación desde la oficina del subsecretario Luis Enrique Miranda.

 

Los sentistas recibieron más o menos el siguiente mensaje:

 

–El grupo disidente está muy enojado y puede haber violencia. No por mantener una sección se va a provocar algún conflicto, un enfrentamiento o hasta potenciales heridos y muertos.

 

Se dejó pasar el tiempo.

 

Los maestros alineados a la CNTE hicieron su trabajo y ganaron adeptos.

 

Cuando se repuso el procedimiento, la Coordinadora ganó con un puñado de votos.

 

Hoy la Sección 7 de Chiapas está bajo control de la disidencia y ya se han visto varios desmanes, al estilo de los vándalos de Oaxaca, Michoacán y Guerrero: toma de casetas, bloqueo de carreteras, paros, aulas abandonadas…

 

¿Habría pasado lo mismo si se hubiera respetado la primera elección?

 

 

TEMOR A ÓRDENES DE APREHENSIÓN

 

1.- Dato de inteligencia:

 

La mayoría de los dirigentes de la Sección 22 no han salido de su pasmo tras la pérdida de control del IEEPO por dos razones muy simples:

 

Por una parte perdieron la fuente de financiamiento con el congelamiento de cuentas, a las cuales recurrían para organizar sus marchas, bloqueos y desmanes.

 

Pero al mismo tiempo ya ven cerca la mano de la justicia con las órdenes de aprehensión contra Rubén Núñez, el secretario general y principal cabeza de la CNTE, pero también contra los mandos medios de la 22.

 

2.- Al interior de la Sección ya comenzaron también los ajustes de cuentas.

 

No pierda de vista la suerte de Francisco Villalobos, secretario de Organización y quien de momento concentra los reproches por errores graves, a su juicio causantes de la pérdida del IEEPO.

 

Y 3.- un funcionario tercerón, Sergio Lépez, protestó porque aquí se difundió cómo el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, dedica la Casa de Gobierno de Acapulco para su familia.

 

La protesta no debiera hacerla al mensajero, sino al equipo de transición, donde deben aclararse cifras y conductas.

 

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