WASHINGTON. El Partido Republicano queda sin liderazgo en la Cámara de Representantes, sin candidato viable y dando una imagen de desunión total y absoluta. El legislador republicano Kevin McCarthy, que partía como favorito para suceder al actual presidente de la Cámara de Representantes de EU, John Boehner, se retiró de la contienda y sumió en el caos al partido, profundamente dividido y bajo constante presión de su ala ultraconservadora.

 

La retirada de McCarthy, que tomó por sorpresa a casi todos en el Capitolio, refleja las divisiones entre republicanos, que motivaron la dimisión de Boehner hace dos semanas, ante la falta de apoyos de la misma facción ultra del partido.

 

McCarthy, legislador por California y “número dos” de la Cámara baja, comunicó su decisión en una reunión a puerta cerrada con otros congresistas del partido, lo que llevó a suspender la votación interna de la bancada republicana para elegir al candidato a suceder a Boehner, prevista para ayer.

 

“Si vamos a unirnos y ser fuertes, necesitamos una cara nueva que ayude a lograrlo”, explicó McCarthy a los periodistas, al admitir que la bancada republicana está “profundamente dividida” y que su renuncia es por el bien del partido, algo que  han aplaudido políticos de todas las tendencias.

 

En su reunión con otros colegas republicanos, McCarthy argumentó que no se considera el candidato adecuado para poder “unir al partido”, de acuerdo con el legislador  Peter King, presente en ese encuentro.

 

McCarthy era el favorito del aparato del Partido Republicano y también de Boehner, quien le dio oficialmente  su respaldo tras anunciar su intención de abandonar el cargo el próximo 30 de octubre. El legislador recibió duras críticas por unas polémicas declaraciones que hizo hace unos días sobre el Comité Especial del Congreso para analizar el ataque de 2012 al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), ya que insinuó que su objetivo es dañar la campaña de la precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

 

Aunque luego rectificó, ayer McCarthy reconoció que esas declaraciones han pesado en su decisión de abandonar la contienda.

 

Los otros dos aspirantes a suceder a Boehner son el congresista por Utah Jason Chaffetz y el legislador por Florida Daniel Webster, ambos respaldados por los miembros del Tea Party, los más conservadores del Partido Republicano. De haberse celebrado ayer la votación interna de la bancada republicana, McCarthy contaba con los apoyos necesarios para convertirse en el candidato a sustituir a Boehner.

 

Pero en la votación en el pleno de la Cámara baja, programada en principio para finales de mes, es necesario obtener un mínimo de 218 apoyos, algo que McCarthy no tenía asegurado tras la decisión de respaldar a Webster anunciada el miercoles por cerca de 40 legisladores ultraconservadores agrupados en el llamado Caucus de la Libertad.

 

Por su parte, Boehner emitió un comunicado en el que afirma que seguirá presidiendo la Cámara baja hasta que se elija a su sustituto y mostró su  confianza en que eso podrá conseguirse “en las próximas semanas”.

 

La división entre republicanos se produce al tiempo que se acerca la fecha clave del 5 de noviembre. Antes de ese día, el Congreso necesita autorizar al gobierno para que eleve el techo de endeudamiento. Si los congresistas no dan luz verde a la administración de Barack Obama, EU entraría en default, (cesación de pagos) lo que podría generar un caos en los mercados.