Un jurado en Denver, Estados Unidos, aprobó que Taylor Swift fue víctima de un manoseo en 2013 por parte del locutor David Mueller, que deberá abonar la compensación simbólica de un dólar que le pedía la famosa cantante de pop.

 

El jurado también determinó que la madre de Swift, Andrea y uno de sus representantes, Frank Bell, ambos demandados por Mueller, estaban en su derecho de reportar la agresión a la emisora en la que trabajaba el locutor (KYGO-FM) y de la que fue despedido.

 

La semana pasada, el juez William Martínez, instructor del caso, desestimó la demanda interpuesta por Mueller por ese mismo motivo contra Swift, a la que pedía tres millones de dólares de indemnización.

 

En un comunicado, Swift dio las gracias al juez, al jurado y a su equipo de abogados, así como a “cualquiera que se sienta silenciado por una agresión sexual”.

 

La estrella reconoció su situación de “privilegio” en la sociedad y dijo que ahora espera ayudar a “aquellas personas cuyas voces también deben oírse” por lo que en el futuro próximo hará donaciones a organizaciones que trabajan en la defensa de víctimas de agresiones sexuales.

 

Mueller, de 55 años, fue el primero en interponer la demanda en 2015, a lo que la cantante respondió con una contrademanda.

 

La cantante acusó a Mueller de haberle manoseado el trasero en una sesión de fotos previa a un concierto en Denver en 2013, algo que el locutor negaba pero que el jurado consideró hoy probado.

 

Durante su testimonio, el pasado jueves, Swift dijo que Mueller le agarró prolongadamente el trasero.

 

“Fue -describió Swift- definitivamente un manoseo, un manoseo muy largo. Fue intencional, se quedó agarrado a mi trasero. Noté como me agarraba el trasero por debajo de la falda”.

 

La cantante solo pedía una compensación de un dólar porque lo que realmente pretendía, explicó, era que el litigio sirviera “de ejemplo a otras mujeres”.

 

aarl