Tras casi una semana de balaceras continuas en las calles y de que la sicosis y el miedo se apoderaron de sus habitantes, el Puerto de Tampico y su zona conurbada de Ciudad Madero viven hoy la tensa calma que procede a las batallas armadas. Durante varios días dos facciones del Cártel del Golfo, Los JR y los Sheilas, se disputaron a tiros el control de ese grupo delictivo, luego de que dos de sus principales líderes fueran detenidos; el saldo hasta ayer era de 28 muertos, en su mayoría presuntos sicarios, y una ciudad que se recupera con estupor de la refriega armada.

 

El Ejército, la Marina y la policía estatal proclamaban ayer haber retomado el control de las calles de Tampico-Madero y la presencia militar y policíaca era notoria en las calles con casi cuatro mil elementos enviados ante la emergencia; aunque en el vox populi se decía que en realidad la guerra amainó porque uno de los dos grupos que se disputaban la plaza finalmente se impuso y se quedó con el control del Puerto.

 

Como quiera, la normalidad volvía poco a poco a la vida de los tamaulipecos que durante los últimos días se ausentaron lo mismo de las escuelas que de sus actividades cotidianas y se escondieron en sus casas ante el temor de los fuegos cruzados en las calles. Este viernes, previo a la Semana Santa, se busca mandar el mensaje de recuperación de la tranquilidad por el llamado “Playazo”, el fenómeno turístico por el que jóvenes y familias de Nuevo León y del mismo estado llegan a las playas de Tampico y Miramar. En las carreteras se desplegaron operativos del Ejército y la Marina y en las zonas turísticas del Puerto se desplegaron operativos especiales.

 

El viernes, en esa idea de normalización, hasta el Centro de Convenciones de Tampico llegarán los 31 procuradores de los Estados del país y del DF para reunirse con el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, en un encuentro donde hablarán de los temas se seguridad y procuración de justicia.

 

El otro municipio que registró una crisis en los últimos días por la irrupción de grupos armados que intimidaron a la población fue Mier. Ayer el Ejército entró al territorio municipal y tomó el control de la seguridad, luego de que el acalde de extracción panista reclamara la presencia federal en su municipio.

 

Sobre lo que ocurrió en Tampico, ayer el gobernador Egidio Torre lo calificó como “hechos aislados” y aseguró que, junto con el comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, se reforzó el operativo “Grupo de Coordinación Tamaulipas”  en el que militares, marinos y la Policía Federal realizan la vigilancia carretera, marítima y portuaria para abatir la delincuencia en esas y otras zonas específicas del estado. Al gobernador le preguntaron en una conferencia de prensa si consideraba necesario el envío de un “comisionado federal” a su estado, a lo que rápidamente Torre Cantú atajó: “No necesitamos de un comisionado porque aquí estamos trabajando todos de manera integral y mejorando estrategias”.

 

Sin embargo, ayer en las redes sociales en el estado circulaba una convocatoria para una “Marcha Blanca” contra la inseguridad en Tampico. “La Libertad de los tampiqueños ha sido silenciada por las detonaciones de armas de fuego. Nuestras familias viven el encierro del miedo producido por una guerra”, decía la convocatoria que llamaba a alzar la voz y convocaba a una movilización para este domingo 13 a las 10 de la mañana por la avenida Hidalgo del Puerto. “No tengas miedo, somos muchos más que ellos…Vístete de blanco y exijamos al gobierno federal su intervención”.

 

Las batallas en Tampico y Madero se produjeron luego de la detención de dos líderes del Cártel del Golfo en la zona, Jesús Alejandro Leal “El Simple”, ocurrida en Reynosa el 1 de abril, y de Javier Garza “El Porrón”, lo que dejó sin cabezas al Puerto y desató el enfrentamiento entre los dos grupos, Los JR y los Sheilas, por el control de la plaza. Al final uno de los dos grupos se impuso y eso paró los enfrentamientos armados. La pregunta es si la paz momentánea será duradera y si ésta depende realmente del control gubernamental de la zona o más bien de que no haya nuevos reacomodos entre los delincuentes del Cártel del Golfo.

 

NOTAS INDISCRETAS… Joel Ortega se ha convertido en un funcionario problemático para el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Primero con su decisión de aumentar la tarifa del metro y luego con el cierre de la Línea 12 que ahora dice se prolongará por varios meses más. Muchos en el equipo mancerista ya se preguntan por qué tanta confianza a un colaborador que le ha causado tanto desgaste. Sobre todo cuando a Ortega lo escuchan en las mesas políticas amenazar que tiene expedientes comprometedores contra hombres cercanos a Mancera como Luis Serna, secretario particular del Jefe de Gobierno. Además de crearle problemas hacia fuera, ahora Joel apunta hacia adentro del grupo mancerista… Se baten los dados. ¿Serpiente o Escalera?