En nuestra columna anterior nos encontrábamos en la encrucijada de compra entre notebooks (dispositivos para crear contenido) o tabletas (dispositivos para consumir contenido). Ambas ofertas con atributos y ventajas claras. ¿Será necesario contar con ambos productos para experimentar todas las ventajas y fortalezas de cada uno de ellos? No necesariamente.

 

Como parte de la evolución de ambos, los fabricantes de equipo de cómputo se han dado a la tarea de acercar estos dos extremos (crear y consumir) dentro de un mismo dispositivo, incluyendo ambas características.

 

¿Tableta-notebook o notebook-tableta? Ambas.

 

Dentro de las tendencias de productos de cómputo personal, se han sumado recientemente dos nuevos formatos de movilidad: los dispositivos híbridos y los convertibles.

 

Ambos intentan presentar notebooks con posibilidad de transformarse en tabletas por medio de mecanismos físicos o magnéticos.

 

Es importante entender los diferenciadores de ambos productos dado que su arquitectura y desempeño es distinto y la compra de estos pudiera causar insatisfacción por una mala elección, ya que no es sencillo identificar a simple vista estas diferencias.

 

Los dispositivos híbridos son productos touch a los cuales se les puede remover el teclado por medio de un mecanismo magnético. Al separar ambas piezas, la porción de la pantalla se transforma en una tableta tradicional.

 

Los dispositivos convertibles también son productos touch con un mecanismo en la base de la pantalla que le permite girar 180 grados y recostarse sobre el teclado, convirtiendo así al dispositivo en una tableta.

 

A continuación las principales diferencias entre ambos:

 

Los dispositivos híbridos suelen colocar su poder de cómputo detrás de la pantalla de tal forma que al ser removido el teclado, el dispositivo continúa trabajando transformándose automáticamente en una tableta.

 

Suelen ser un poco más pequeños que un dispositivo convertible y, para lograr esto, utilizan tecnologías de cómputo que provienen de tabletas tradicionales.

 

La intención de estos productos es acercar las tabletas tradicionales a la experiencia de “creación de contenido” por medio del teclado sin sacrificar la movilidad.

 

Los dispositivos convertibles mantienen su poder de cómputo debajo del teclado ya que el diseño impide que sea separado de la pantalla, la cual gira y se recuesta sobre el teclado.

 

Los dispositivos convertibles son un poco más grandes que los híbridos debido a que utilizan tecnologías de cómputo provenientes de notebooks (y muy en particular de ultraportátiles o ultrabooks).

 

La propuesta de valor de estos dispositivos es mejorar la experiencia de “consumo de contenido” en una notebook, permitiendo que se transforme a una tableta y viceversa cuantas veces sea necesario.

 

Como podemos ver, el hueco que existía entre los dispositivos de creación y los de consumo de contenido se ha esfumado con la llegada de los equipos híbridos y los convertibles.

 

¿Cuál comprar?  Nuevamente dependerá de nuestro comportamiento y del tipo de información que nos rodea.

 

Si la mayor parte del tiempo consumimos contenido y en menor medida lo creamos o modificamos, los dispositivos híbridos pueden ser una buena alternativa.

 

Recordemos que el poder de cómputo proviene de la tecnología de las tabletas, por ende, no podemos esperar un comportamiento y desempeño similar al de una notebook si intentamos utilizar varios programas al mismo tiempo o archivos de gran tamaño.

 

Por otro lado, si nuestro comportamiento en mayor medida está en la creación de contenido pero nuestras actividades y las mismas tendencias nos comienzan a obligar a interactuar con la información de forma más eficiente, los dispositivos convertibles serán la mejor opción.

 

Recordemos que su poder de cómputo proviene de las ultrabooks y podemos estar seguros que tendrán el desempeño de sobra para la realización de actividades que estábamos acostumbrados en una notebook tradicional, así como una mayor variedad de puertos de salida (de video, USB, red, etc.) a diferencia de un equipo híbrido.

 

Preguntas que debemos hacernos al momento de elegir:

 

  1. ¿Qué porcentaje de mi tiempo utilizo para la creación de contenido y cuánto para el consumo de este?
  2. ¿Utilizó programas de forma simultánea?
  3. ¿Nuestros archivos suelen tener gran tamaño y requerir amplios recursos?
  4. ¿Necesito múltiples puertos de expansión?

 

Portátiles, tabletas, híbridas y convertibles, sin duda alguna la industria de la tecnología tiene una gran variedad de productos, pero como clientes y usuarios debemos tener la precaución de elegir el más adecuado a nuestras necesidades.

 

* Director de la Unidad de Negocios de Cómputo Personal Empresarial e Impresión de HP México