En su reciente visita a Moscú, el canciller de México, Luis Videgaray, aseguró que el "Gobierno mexicano no tiene ninguna evidencia que valide esta hipótesis"

Al menos 16 bebés, algunos de ellos de padres españoles, estadounidenses o argentinos, permanecen en el estado de Tabasco sin que su identidad sea reconocida, en medio de una batalla legal desatada por los cambios en la regulación sobre maternidad subrogada en Tabasco.

 

Dicha entidad es, junto con Sinaloa, el único de los estados cuya legislación contempla este tipo de gestación, desde los años 90. Sin embargo, la reforma del Código Civil del 13 de enero de 2016 puso ciertos límites, dejando fuera a parejas homosexuales, solteros y extranjeros.

 

Entre los padres que ahora están a la espera de que se les concedan las actas de nacimiento de sus bebés se encuentran personas de nacionalidad mexicana, española, estadounidense, argentina e italiana.

 

Todos firmaron contratos para el procedimiento de maternidad subrogada antes de la fecha de la reforma.

 

Sin embargo, al acudir al Registro Civil, a partir de finales del pasado año, se encontraron con la negativa de los funcionarios para registrar a los bebés, dado que las transferencias embrionarias se produjeron después de enero de 2016.

 

Los diferentes abogados que respaldan a las familias involucradas en el conflicto se han visto obligados a interponer amparos para que los bebés sean reconocidos, alegando que no se puede aplicar una ley de manera retroactiva.

 

Los procedimientos de amparos puede extender la espera todavía más semanas, porque no es “un trámite rápido”, dice a Efe el abogado Edgar Fragoso.

 

En este sentido, comenta que, entre sus clientes, los que tienen este proceso más avanzado, una pareja argentina, están citados a la audiencia del juicio de amparo a mediados de marzo.

 

La clave en este problema, de acuerdo con el abogado, es que a finales del año pasado “cambiaron a la directora del Registro Civil”.

 

La actual directora, Patricia del Carmen Osorio, “entra sin saber nada y está influenciada por el coordinador de Asuntos Jurídicos de Tabasco”, Juan José Peralta, dice Fragoso, quien señala a este funcionario como el principal opositor de que se concedan las actas de nacimiento a los bebés.

 

En todo esto, el abogado percibe un “tema de homofobia”, por la restricción que ha supuesto el cambio de normativa a las parejas del mismo sexo, aunque el gobierno estatal -señala- ha manejado mediáticamente el asunto centrándose a lo relativo a los extranjeros.

 

Las autoridades de Tabasco, con su negativa, no están teniendo en cuenta factores como que “un procedimiento de fecundación in vitro no tiene necesariamente que terminar en un embarazo”, afirma a Efe el abogado León Altamirano, especializado en los casos de maternidad subrogada.

 

El proceso, continúa, abarca un periodo de tiempo incierto porque está condicionado por diversas variables, como cuántos embriones resulten de la fecundación o de si estos tienen una cierta calidad para ser transferidos.

 

Los abogados mencionan que en mitad de este conflicto legal, las autoridades del estado dieron la orden de localizar y “asegurar” a los bebés nacidos por la figura de la maternidad subrogada tras la reforma.

 

Ante esto, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Tabasco “presentó un comunicado en el que dijo que no están autorizados para realizar ningún tipo de aseguramiento y no tiene derecho para dar en adopción a bebés que tienen papás”, relata Altamirano.

 

Un padre de origen griego pero de nacionalidad estadounidense se vio afectado por esta medida. Su bebé fue resguardado por el DIF durante aproximadamente un mes, aunque finalmente le fue devuelto esta semana.

 

El coste para los padres que contratan un proceso de maternidad subrogada oscila entre los 500.000 y los 700.000 pesos (entre 24.523 y 34.333 dólares), a lo que hay que sumar los gastos sanitarios que requiere la mujer en el embarazo y el parto, de acuerdo con datos del Care Surrogacy Center México.

 

Contratar este procedimiento en México es hasta tres veces más barato que hacerlo en el vecino Estados Unidos.