CARACAS. Afectados por una sobredosis de fármacos, murieron 35 presos y poco más de 100 reciben tratamiento por intoxicación después de tomar por asalto la enfermería de una prisión, informó el viernes una comisión legislativa venezolana.

 

El diputado oficialista William Ojeda, presidente de la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciarios de la Asamblea Nacional, declaró que “al día de hoy (viernes) van 35 fallecidos” por la ingesta de fármacos.

 

Ojeda destacó que tras la inspección realizada por los miembros oficialistas y opositores de la Comisión, se corroboró que “un total de 145 privados de libertad robaron y consumieron una ingesta indebida de fármacos” durante un motín. De ellos unos 20 siguen en estado crítico, añadió en declaraciones a la prensa difundida por la televisora de la Asamblea Nacional.

 

La Fiscalía General dijo en un comunicado que “presentará en las próximas horas ante un tribunal” al director de la prisión, Julio César Pérez, “por su presunta responsabilidad en los hechos ocurridos en ese recinto”, sin dar otros detalles.

 

Los disturbios en la penitenciaría David Viloria en la ciudad occidental de Barquisimeto comenzaron el lunes cuando un grupo de internos se declaró en huelga de hambre para exigir mejores condiciones de vida y la salida del nuevo director de la cárcel, de acuerdo con el Ministerio de Servicio Penitenciario.

 

Activistas que defienden los derechos de los reclusos exigieron una investigación para determinar por qué los reos habrían tomado voluntariamente medicamentos altamente tóxicos.

 

La cifra de muertos superaba ampliamente los 13 reportados en la víspera por el ministerio de Servicios Penitenciarios, cuyos voceros declinaron comentar argumentando que no están autorizados para hablar.

 

El exceso de población penal ha generado graves problemas de hacinamiento y violencia en las prisiones venezolanas donde operan bandas que luchan por el control de los pabellones o el comercio de armas y drogas que guardias corruptos venden a los reclusos. El número de reclusos se ha duplicado en los 32 centros correccionales del país desde el año 2008 como resultado de la creciente delincuencia y sentencias obligatorias más severas.

 

La prisión David Viloria recibió ese nombre de un guardia que fue uno de los 58 muertos en la instalación el año pasado durante el segundo más mortífero motín carcelario en la historia de Venezuela. La instalación fue construida para albergar no más de 850 reclusos pero se cree que la población asciende a 3.700, dijo a The Associated Press Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, una organización no gubernamental.

 

Según el Observatorio en lo que va del año 150 reos han muerto y otros 110 resultaron heridos en cárceles del país.  DM