Es necesario analizar la función de las cárceles en América Latina y adoptar un nuevo modelo para mejorar su funcionamiento, afirmó Michael Reed Hurtado, profesor e investigador de la Universidad de Yale, Estados Unidos.
Durante la conferencia titulada: “La Prisión en América Latina: Anhelo Estancado en Suspenso”, señaló que se deben plantear dos preguntas sobre para qué son las cárceles y cómo se deben administrar.
En las instalaciones del Inacipe, subrayó que en esos lugares se debe facilitar el desarrollo y la autodeterminación de los reos, para proporcionar mejoras sustanciales en beneficio de quienes ahí se encuentran.
Aseveró que lo ideal es que los centros de reclusión no alberguen a más de 300 personas, por lo que consideró un error construir penales para dar cabida a más de cuatro mil presos.
Reed Hurtado comentó que no existe en la actualidad una prueba empírica validada para conocer si funciona o no la reinserción social, por lo que se deben tomar cartas en el asunto para lograr la rehabilitación.
El investigador aseveró que la prisión es un mundo que está lejos del derecho ya que ahí las normas no llegan, por lo que deben modernizarse bajo criterios perfectamente definidos que garanticen un buen funcionamiento.
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