LONDRES. El líder conservador dio a conocer una nueva iniciativa que estará contenida en su programa de Gobierno para el próximo curso legislativo, que será leído por la reina Isabel II el 27 de mayo en la solemne apertura del Parlamento de Westminster.

 

El plan del Gobierno para controlar la inmigración, explicó el primer ministro al intervenir en el Ministerio del Interior, tendrá tres vertientes: combatir el trabajo ilegal, reformar las reglas laborales y renegociar en la Unión Europea las directrices en materia de inmigración.

 

Este último punto forma parte del objetivo de Cameron de conseguir reformas en la UE, que aún no ha detallado, antes de convocar el prometido referéndum en 2017 sobre la permanencia o salida del Reino Unido del bloque europeo.

 

Cameron presentó sus medidas después de que la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) informase de un alza de la inmigración, si bien el incremento correspondió en su mayoría a ciudadanos de la UE.

 

Según las cifras, el número de inmigrantes que llegó al Reino Unido en 2014 fue de 641,000 personas, un 21.8% más que el año anterior, mientras que los que emigraron fueron 323,000 personas -cifra que se ha mantenido relativamente estable desde 2010-, lo que arroja una inmigración neta de 318,000 personas el año pasado.

 

Cameron resaltó que su proyecto de ley tendrá como meta, entre otras cosas, obligar a las entidades bancarias a verificar las cuentas de personas sospechosas de estar en situación ilegal e impedir que las compañías contraten a estos indocumentados.

 

También se procesará a los no comunitarios que entren de manera legal, como turistas o estudiantes, pero que se quedan para trabajar una vez que su visado ha caducado.

 

Además, la policía tendrá el poder de confiscar los salarios obtenidos de manera ilegal y se obligará a las agencias de empleo a buscar primero trabajadores con residencia legal en el Reino Unido antes de contratar en el extranjero.

 

Entre otras cosas, se tomarán medidas contra las personas que alquilen pisos a inmigrantes sin papeles en condiciones infrahumanas.