Cuando escuchamos hablar de Haciendas de México, quizá lo primero que nos viene a la mente son lujosos hoteles boutique ideales para el descanso y la relajación, cuando vamos a las haciendas de México nos sorprendemos de su magnificencia y de las historias de bonanza económica que tienen la mayoría detrás de ellas.

 

Podemos disfrutar de sus encantos, su deliciosa comida, de sus antiguas caballerizas reconvertidas en deliciosas piscinas, de sus antiguas tiendas de raya o bodegas reconvertidas en sofisticados spas y quizá las antiguas casas de los patrones, capataces o peones hoy son las magnificas suites para sus visitantes.

 

Construidas entre los siglos XVI y XIX, las haciendas fueron núcleos de producción que mantenían la economía del México colonial y después del país independiente. La vida en las haciendas fue muy dura, los señores hacendados ejercían un dominio absoluto sobre los recursos naturales del entorno, las comunidades y las tierras, eran dueños de todo y producían su enorme riqueza con el trabajo de la gente que vivía en ellas en condiciones de casi esclavitud, endeudados con el patrón de por vida y por generaciones mediante las tiendas de raya y otros instrumentos de manipulación, el sistema económico hacendario era muy parecido al feudalismo, abundancia para unos cuantos y pobreza para las mayorías.

 

Así este sistema prevaleció en las haciendas en México por más de trescientos años y hasta bien entrado el siglo XX. Detrás de las haciendas mexicanas hay historia pura.

 

Después de la guerra de Revolución Mexicana y de las nuevas políticas de tenencia de la tierra aplicadas por el ex presidente Lázaro Cárdenas los edificios de cientos de haciendas quedaron en el abandono total y en el caso de las henequeneras Yucatán y Campeche al desplomarse la producción debido a los nuevos usos de fibras sintéticas su industria henequenera se fue a la quiebra.

 

Años después cinco de estas haciendas en la década de los 90’s en la península de Yucatán, tres en Yucatán, Temozón, San José y Santa Rosa y dos en Campeche, Puerta Campeche y Uayamón fueron remozadas por un grupo de inversionistas mexicanos y luego operadas por la marca hotelera internacional Starwood Hotels & Resorts Worldwide bajo su marca The Luxury Collection para reutilizarlas como hoteles boutique históricos, personalizados y realzando su antiguo esplendor con la visión de constituirlas en un modelo de turismo sustentable.

 

No solamente por negocio si no también para detonar economía y reducir las condiciones de vulnerabilidad social, detonando reactivación socio-económica en las regiones donde se encuentran las haciendas con el apoyo y creación de la Fundación Haciendas del Mundo Maya dedicada principalmente a impulsar el desarrollo de las comunidades mayas, por ejemplo el 92% de los colaboradores de las haciendas provienen de las comunidades mayas aledañas a los hoteles.

 

La Fundación, con su Modelo de Desarrollo Integral Comunitario es una asociación civil sin fines de lucro ha trabajado desde el año 2002 en dos niveles: desarrollo humano y medio ambiente para impulso de las comunidades aledañas proponiendo las condiciones para que las comunidades implementen sus capacidades para lograr la constitución de sus propias empresas cooperativas de beneficio colectivo y con negocios sociales de tejido de ropa, filigrana, fabricación de sombreros, hamacas que se venden en mercados nacionales e internacionales y que hoy día les permite vivir bien de sus trabajo, estar constituidos como empresas legales y dar factura electrónica.

 

La fundación también ha impulsado proyectos de infraestructura para créditos de casas, educación, cultura, salud, aprovechamiento sustentable de recursos naturales y nutrición. El primer paso fue la reconstrucción de las haciendas con la participación y empleo de las comunidades, luego la contratación de la comunidad en los propios hoteles y por ultimo impulsar los oficios y las empresas cooperativas para su auto sustento. A lo largo de 14 años de operación la fundación ya trabaja actualmente en 21 comunidades mayas de la península de Yucatán.

 

The Luxury Collection es un conjunto deslumbrante de más de 75 hoteles y centros vacacionales de los más refinados del mundo en más de 30 países incluído México, estos hoteles se caracterizan por su gran capital histórico,ubicados en edificios de gran riqueza arquitectónica únicos e irrepetibles, con arte, mobiliarios y amenidades que realzan la cultura del entorno de cada hotel en el mundo.

 

Por ejemplo el Hotel Imperial en Viena, construido en 1863 como residencia para el Príncipe de Württemberg, luce mármoles relucientes, estatuas talladas a mano y espectaculares candelabros de cristal. Otro ejemplo es el Convento do Espinheiro en la histórica ciudad de Evora en Portugal, un convento del siglo XV convertido en un hotel, famoso por su aclamado servicio de mayordomo

 

Así los hoteles de The Luxury Collection son propiedades del tipo de palacios, castillos, casonas, antiguos monasterios o haciendas. En el caso de México me parece que parte del lujo además de hospedarte en los edificios antiquísimos de las haciendas, es ser recibido por las comunidades mayas con el placer de saber que están desarrollándose económica, social y sutentablemente.