Porque en tu pecho austral / están tatuadas/

la lucha, / la esperanza, / la solidaridad / y la alegría /

como anclas / que resisten / las olas de la tierra.

Pablo Neruda

 

 

El martes pasado, 13 días después del impacto del huracán María, Donald Trump visitó Puerto Rico generando, como es su costumbre, más polémica que alivio. Hay líderes en la isla que quieren que les den “todo hecho”, dijo el mandatario norteamericano al recibir las peticiones de ayuda a una isla que continúa sin electricidad, ni agua potable, ni gasolina ni servicio telefónico. Sin palabras.

 

En contraste y muy afortunadamente, en la Ciudad de México las cosas se dan con un marcado contraste; la solidaridad, el apoyo, la asistencia a las víctimas del sismo del 19 de septiembre pasado es el denominador común.

 

Miles y miles de voluntarios, en las primeras horas del terremoto, literalmente tomaron las calles para prestar ayuda, que removieron escombros con sus propias manos para rescatar a una mujer, a un niño o una adulta mayor, como la señora Adela Peralta Lepe, de 86 años, que pudo ser rescatada viva de los escombros del edificio derruido en la colonia Girasoles en Coyoacán.

 

La solidaridad es el denominador común en una ciudad que ha sido golpeada con mayor severidad, particularmente en este año. Solidaridad es visible también en apoyo técnico y material proveniente de 23 países, así como la Organización de las Naciones Unidas y de la Unión Europea, que en total enviaron a 501 personas, 32 perros de rescate, además de equipo y toneladas de insumos de ayuda humanitaria.

 

Solidaridad es también la ayuda internacional de pueblos hermanos de Alemania, Argentina, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos de América, Honduras, Israel, Japón, Panamá, Perú, República de Corea, Rusia, Santa Sede, Suiza, Turquía y Venezuela, entre otros tantos.

 

Solidaridad es de artistas como Maná; actores como Salma Hayek, Diego Luna y Gael García; deportistas como Cristiano Ronaldo, Sergio El Checo Pérez y Javier El Chicharito Hernández; de grupos de mexicanos que viven en el exterior como las comunidades de connacionales en Londres y Bruselas, y muchas otras personas e instituciones más.

 

Solidaridad es también los cientos de toneladas de ayuda en víveres donados, así como sumas considerables de efectivo para colaborar a que la reconstrucción de nuestro país sea más ágil, más dinámica y mucho menos dolorosa para todas las personas afectadas.

 

Solidaridad también es que la Asamblea Legislativa, como órgano que surgió de la exigencia de la sociedad civil capitalina nacida de los sismos de 1985, analice y apruebe la iniciativa del jefe de Gobierno, que eleva a rango de ley el Programa para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México, en una CDMX más resiliente.

 

Porque es un hecho concreto que, después del martes 19 de septiembre, ya no somos los mismos.

 

 

caem