El padre Alejandro Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino, denunció una presunta red de corrupción en el Instituto Nacional de Migración (INM) que afecta a migrantes cubanos detenidos en las estaciones migratorias.

 

Los ciudadanos cubanos se han convertido “en un botín, son tierra de nadie”, dijo.

 

Aseguró que los agentes migratorios en las estaciones migratorias de la Agujas, Acayucan, Iztapalapa y Siglo XXI cobran a los familiares de ciudadanos cubanos entre tres y cinco mil dólares por cada oficio de salida.

 

En conferencia de prensa en el Centro deDerechos Humanos, Miguel Aguistín Pro, señaló quye esto está documentado y denunciándose ante PGR.

 

En lo que va de la presente administración, dijo, se elevó en “200% los casos de abuso y violación de los derechos humanos de los migrantes”.

 

Alberto Donis, coordinador del albergue de migrantes Hermanos en el camino, señaló que presentaron 15 denuncias contra funcionarios del INM ante la Procuraduría General de la República (PGR) por extorsión a los migrantes cubanos a su paso por México.

 

“Se trata de funcionarios que incomunican a los cubanos en las estaciones migratorias, les piden un número de teléfono y los utilizan para extorsionar a sus familias en los Estados Unidos”, explicó Donis durante la rueda de prensa.

 

En las denuncias han adjuntado incluso los recibos de las transferencias realizadas desde los Estados Unidos a funcionarios y abogados mexicanos.

 

Los activistas señalaron a la estación migratoria de Acayucan, en el estado de Veracruz, al sur del país como un lugar “desde donde recibimos la misma denuncia cada día”.

 

“Los suben a un aérea privada de la estación migratoria, piden un número de teléfono, hacen la llamada incompleta ante el detenido, al que tienen una semana incomunicado y mientras tanto se comunican con los familiares, les dicen que los tienen aquí y les piden entre 3 mil y 5 mil dólares por entregar a su familiar”, agregó Donis.

 

En cuatro años se han recibido 900 denuncias de cubanos que sufren este hostigamiento.

 

Según Donis, los migrantes son amenazados con que si no dan el dinero, serán sus familiares quienes pagarán las consecuencias.

 

Otras estaciones donde se repite la práctica son Tapachula, Palenque y San Cristóbal de las Casas en Chiapas.

 

 

La extorsión a cubanos no es nueva

 

Un funcionario federal conocedor de los flujos migratorios, que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa, indicó a la agencia The Asocciated Press que la extorsión a los migrantes cubanos no es nueva y funciona de forma distinta a la de otros indocumentados.

 

De acuerdo a sus explicaciones, el cubano llega a México por mar, a la península de Yucatán, o por tierra desde Ecuador, un país que desde hace años tiene leyes permisivas para los migrantes.

 

Los cubanos se entregan a las autoridades migratorias, quienes informan a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que lo comunique al consulado de la isla. Como la sede diplomática generalmente no contesta, México considera a esa persona apátrida y no la puede deportar por lo que se tramita un “oficio de salida”.

 

El “oficio de salida” es, de esta forma, una especie de salvoconducto que permite llegar a Estados Unidos sin riesgos.

 

Con ese documento, por el que teóricamente no hay que pagar nada, el cubano puede moverse varias semanas libre y legalmente por México. Cuando llega a la frontera con Estados Unidos, la cruza caminando y ya puede quedarse porque según las leyes de ese país, un cubano que pisa territorio estadounidense, a diferencia de otras nacionalidades, tiene derecho a pedir asilo y no ser deportado.

 

Según el funcionario federal, lo que hacen miembros del Instituto de Migración es retener el documento, que por ley puede tardar hasta 90 días, y forzar a los cubanos a pagar por él.

 

De forma adicional llegan a las estaciones migratorias supuestos abogados de los cubanos que también les extorsionan diciéndoles que les van a deportar, aunque no sea cierto, y les ofrecen tramitar un amparo que generalmente interrumpe el oficio de salida con lo que complica más las cosas.