El ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, siglas en inglés), Edward Snowden, reveló hoy desde Rusia sus intenciones de solicitar asilo político a Suiza, un país considerado neutral.

 

“Suiza sería un buen destino por su neutralidad y quizá eso sería aceptable para Estados Unidos”, dijo Snowden en una teleconferencia luego de la proyección del documental Citizenfour, sobre el programa de espionaje del gobierno estadunidense.

 

Señaló que pedir asilo político en Suiza “no sería mi decisión”, sino que en realidad sería decisión de los suizos y del Consejo Federal.

 

En el marco del Festival de Cine de Derechos Humanos, se presentó el documental Citizenfour dirigido por Laura Poitras, ganador del Oscar y en el que Snowden es la figura principal.

 

Snowden lamentó que la llamada neutralidad suiza se aplica en algunos casos, “pero en otros no” y es evidente que ese no es la circunstancia en el contexto de inteligencia utilizada por el gobierno.

 

En el debate sobre la cinta participó Ewen MacAskill, periodista del diario The Guardian, y uno de los elegidos por Snowden para difundir sus denuncias y documentos sobre el programa de espionaje masivo de Estados Unidos.

 

“Lo que acaban de escuchar (de Snowden) es un genuino llamado a Suiza para que le conceda asilo político”, subrayó MacAskill.

 

Snowden recordó que pidió asilo a más de 21 países, muchos de ellos europeos y ninguno lo quiso conceder por miedo a represalias de Washington.

 

Pero después del paso del tiempo, se mostró esperanzado de que Suiza, en defensa de sus propios valores y de su neutralidad, podría ser factible.

 

Snowden consideró que si él hubiera estado en la misma situación, pero hubiera sido nacional de Rusia o China, las cosas hubieran sido distintas y países como Suiza no hubieran dudado en concederle el asilo.

 

“Pero como soy de Estados Unidos, pues no fue así”, exclamó.

 

En caso de solicitarlo, Snowden probablemente no recibiría asilo en Suiza porque ya recibió un permiso de residencia de tres años en Rusia el año pasado.

 

La decisión sobre si conceder a Snowden asilo en Suiza recae por lo tanto en el gobierno.

 

Snowden trabajó en el área de informática en la misión de Estados Unidos en Ginebra de 2007 a 2009.

 

Durante la videoconferencia habló sobre la vida en la ciudad, en la cual conviven personas de todo el mundo por ser sede de diversas agencias de Naciones Unidas, Cruz Roja y cientos de organizaciones de la sociedad civil.

 

“En Ginebra se siente que todos son parte del mismo mundo, de la misma humanidad”, dijo Snowden con cierta nostalgia.

 

Advirtió que por ser sede de tantos organismos de la ONU, la ciudad corre el riesgo de ser blanco de espionaje de otros gobiernos.

 

Para consideración del famoso historiador Hubertus Knabe, quien participó en el debate, la “mala suerte” de Snowden fue la de haber recibido asilo en Rusia, un país que no goza de muchas libertades y “en el que el ex jefe de la policía ahora es el presidente”.

 

Pero más allá de su deseo de regresar a Suiza, Snowden lamentó que no pueda “regresar a casa a otra vez”, refiriéndose a su país y a su condición de exiliado.

 

A pesar de que no puede llevar una vida normal en Rusia, afirmó que “sigue luchando cada día” y se levanta con la satisfacción de que “sin saber si gané o perdí, al menos lo intenté”.