RÍO DE JANEIRO. El Consejo Federal de Medicina (CFM) de Brasil manifestó hoy su preocupación por la falta de capacidad de la red pública de salud para atender a los miles de turistas que acudirán a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que serán inaugurados el próximo 5 de agosto.

 

“El CFM alerta a las autoridades y a los organizadores para que tomen las medidas necesarias para evitar que el megaevento deportivo comprometa aún más el difícil acceso a la asistencia sanitaria por parte de la población local”, señaló la institución en un comunicado divulgado este viernes en su página web.

 

La institución remarcó que la grave crisis económica que atraviesa Brasil en general, y el estado de Río de Janeiro en particular, ha provocado “serios problemas” en la infraestructura hospitalaria de la región.

 

Por este motivo la CMF estima que la red pública de salud no podrá gestionar de manera adecuada la “sobrecarga” que supondrá la llegada de unos 800 mil turistas que se prevé acudan a los Juegos de Río 2016.

 

La institución denuncia que actualmente en la ‘Ciudad Marvilhosa’ hay falta de profesionales del sector, escasez de reservas de sangre y precariedad en el acceso a medicamentos en los hospitales públicos.

 

El CMF señaló además que el Comité Organizador Río 2016 garantizó que se contratarían cerca de mil profesionales y 146 ambulancias, pero que “no ha dado información sobre su nivel de cualificación”, lo que genera “intranquilidad” y sitúa a Río en una situación de “riesgo” en un momento en que “la atención de todo el mundo se centrará en Brasil”.

 

La grave crisis financiera que atraviesa el estado de Río de Janeiro llevó a su gobernador interino, Francisco Dornelles, a declarar hoy el estado de calamidad pública como estrategia para cumplir sus compromisos olímpicos.

 

Río de Janeiro es uno de los estados más afectados por la actual crisis económica de Brasil, cuya economía completó dos años en recesión en el primer trimestre de 2016.

 

El Producto Interior Bruto (PIB) de la mayor economía sudamericana se encogió un 3,8 % el año pasado y los economistas prevén para 2016 una contracción del mismo tamaño. De confirmarse tal previsión será la primera vez que Brasil encadene dos años consecutivos de crecimiento negativo desde la crisis de 1930.