Aunque los adolescentes acusados de matar a un niño de seis años en Chihuahua podrían pasar hasta 10 años recluidos, no hay garantía de que al salir estén readaptados y no vuelvan a matar, opinó Pablo González, magistrado de Chihuahua.

 

El crimen que llevaron a cabo cinco menores, dos de 15 años y tres de entre 11 y 13 años de edad, es un caso inédito en Chihuahua que llama a la reflexión del penalista para analizar si se trata de un síntoma de descomposición social.

 

“En referencia al niño sicario de Morelos tienen algo en común, son producto de una descomposición social que realmente nos hace llamar la atención sobre la sociedad, no sobre una respuesta legal, eso no va a resolver el tema ni va a revivir al niño, sino ¿cómo podemos hacerle para ofrecer un mejor futuro?

 

“Yo creo que en el fondo todos son víctimas (las familias de los menores infractores), precisamente porque de otra manera no se justifica esta descomposición (social) por supuesto que deben responder por sus actos, pero tendrá que hacerse con apego a la ley y las familias por supuesto también son responsables, aunque no sean responsables del delito”, añadió el magistrado en conferencia de medios al terminar su exposición en el Foro Nacional de Seguridad Pública.

 

Los menores acusados enfrentarán penas de reclusión en albergues o en centros de internamiento para adolescentes, informó el 19 de mayo el fiscal general del estado, Jorge Enrique González.

 

En términos legales se procederá penalmente sólo contra dos que tienen 15 años, pues los otros menores, de edades entre 11 y 13 años, entre ellos dos mujeres, son inimputables de acuerdo a la ley y para estos se ha pedido a la Procuraduría de la Defensa del Menor que les retire a los padres la custodia para que sean llevados a un albergue.

 

“Para los de 15 años es una medida preventiva de libertad en una cárcel, no se le llama cárcel, pero es una cárcel en donde no hay adultos y con arreglo a la ley especial podrían recibir hasta 10 años de internamiento por un solo delito pero si hubiera la concurrencia de varios la pena puede ser 15 años”, añadió el magistrado.

 

En dicho centro hay personas acusadas de secuestro, de homicidio, de extorsión, de robo con violencia, es decir van a convivir con otras personas que cometieron delitos graves.

 

El pasado jueves cinco menores de edad mataron a un niño, su vecino, cuando supuestamente jugaban al secuestro. A la víctima le enterraron un cuchillo en la espalda, le arrojaron piedras y trataron de ocultar el cadáver con hojas y un perro muerto en el cauce de un arroyo a las afueras de la capital de Chihuahua.

 

Algunos de los menores acusados tenían antecedentes por faltas cívicas por romper vidrios en casas de su colonia y ocasionar “daños materiales y faltas de respeto”.