Luego de que Sergio González Ibarra, ex escolta del empresario Alberto Sentíes Palacio, conocido como #GentlemanFerrari, fue hallado muerto en un hotel de Atizapán de Zaragoza producto de un infarto, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) está a la espera a que de manera oficial su contraparte mexiquense corrobore que una nota escrita a mano, hallada junto al cuerpo, sea de su puño y letra.
“Se pidió un dictamen de grafoscopía para determinar si efectivamente lo escrito en esas dos hojas corresponde de puño y letra de este señor”, precisó Óscar Montes de Oca, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJ-CDMX.
Sergio González Ibarra cobró relevancia desde hace una semana cuando como escolta del también llamado #LordFerrari demostró exceso de poder y sometió a golpes a Jair Alberto, un joven conductor de Uber, quien cometió el error de cerrársele al convoy cuando circulaba por la lateral de Viaducto Tlalpan, de lo que él ni se percató.
En el escrito se señala que Sentíes Palacio le dio la orden de golpear a Jair Alberto, lo cual contradice a lo dicho ante la autoridad por el propietario del auto de lujo rojo.
“Y si en verdad corresponde (la carta), será tomada como una prueba para establecer la probable responsabilidad de Sentiés en los hechos (…)”. Y enfatizó: “Esto del manuscrito sería una prueba en su contra”.
Apenas una semana después de la agresión, este escolta, de 38 años de edad, apareció muerto al interior de una habitación de hotel en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, al cual ingresó con una identidad falsa dos días antes.
Las autoridades capitalinas que lo buscaban, tras declararlo prófugo, tenían tres direcciones para ubicarlo, una en la delegación Miguel Hidalgo, otra en Gustavo A Madero y una más en Naucalpan. Sin embargo, se sabe que en la recepción del hotel se registró con un domicilio de Atizapán y bajo el nombre de Israel.
Los resultados de la necropsia concluyeron que murió de un infarto al miocardio, lo cual deberá ser confirmado con pruebas de ADN y la toma de huellas dactilares, así como periciales de grafoscopía.
En entrevista radial, el funcionario capitalino añadió que “la probable responsabilidad en el evento de él, que hemos mencionado, quedó establecida desde el video que todos hemos visto, habría que canalizar qué participación tuvo si como actor o encubridor.”
Dijo que si bien es competencia de la autoridad del Estado de México investigar la muerte de González Ibarra, en su jurisdicción “la averiguación en contra del ahora occiso que queda extinguida por la muerte del mismo”.
En tanto, precisó, la situación jurídica del empresario Sentíes Palacio sigue siendo probable responsable de la agresión y robo a un conductor.
La historia
Los hechos ocurrieron, de acuerdo a un video difundido por 24 HORAS, el pasado 11 de marzo, aproximadamente a las 14:30 horas en Viaducto Tlalpan, a la altura del Hospital de Cardiología, en la delegación Tlalpan, en el que se aprecia cuando Sergio González Ibarra baja a un automovilista, hoy conocido como Jair Alberto, de su auto para después someterlo, golpearlo, amenazarlo y robarlo.
Tras la divulgación de la grabación, la PGJ-CDMX comenzó una investigación para sancionar a los responsables de la agresión, incluido el dueño del Ferrari. Desde ese momento también comenzó la búsqueda de González Ibarra, quien trabajó hasta la semana pasada como escolta, sin embargo se le declaró prófugo.
Cuatro días después de la agresión, el empresario Alberto Sentíes Palacio se presentó a declarar de manera voluntaria, en la Procuraduría capitalina, ante la cual negó haberse percatado de la agresión de su escolta.
En hora y media de declaración, sostuvo que, en cuanto supo del hecho, despidió de inmediato a quien se desempeñaba como su escolta y presentó ante el MP los documentos del empleado en cuestión señalado como el agresor de Jair Alberto y entregó la información necesaria para localizarlo.
Al no haber flagrancia, y por haber acudido a rendir su declaración, Sentíes quedó libre bajo las reservas de ley, lo cual significa que debido a que la investigación está en curso, se le puede citar a que amplíe o reitere su declaración, y en todo caso no está exento de que se le pueda fincar algún cargo en torno al desarrollo de las pesquisas.