Seúl.- Corea del Sur propuso ayer al gobierno de Corea del Norte celebrar esta semana las primeras conversaciones militares en tres años para aliviar la actual tensión en la región, agudizada por las pruebas de misiles de Pyongyang, y también retomar las reuniones de familiares separados desde la guerra.

 

El Gobierno surcoreano se ofreció, en un comunicado leído en rueda de prensa por el viceministro de Defensa, Suh Choo-suk, a celebrar la reunión el próximo viernes en la Zona de Seguridad Conjunta (JSA, siglas en inglés), situada en el corazón de la zona desmilitarizada que actúa como división entre Norte y Sur.

 

El lugar propuesto por Seúl, el llamado “El pabellón de la paz” (un edificio de la JSA bajo control norcoreano), pretende ser un guiño al régimen de Pyongyang.

 

La propuesta llega a raíz de la oferta de diálogo planteada recientemente por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en un discurso en Berlín en el que invitó a rebajar tensiones y se ofreció a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, “en cualquier momento y en cualquier lugar” si se daban las condiciones adecuadas.

 

Tras llegar al poder en mayo, el liberal Moon ha buscado tender la mano al Norte tras los diez años de pésimas relaciones con los Gobiernos conservadores en Seúl y en un momento marcado por los insistentes ensayos de armas de Pyongyang, como el lanzamiento de su primer misil intercontinental realizado el pasado 4 de julio.

 

El desafío norcoreano encendió el debate en la Casa Blanca desde que Donald Trump subió al poder en EU en enero y ha llevado al Pentágono a insinuar la posibilidad de llevar a cabo ataques preventivos contra el régimen de los Kim.

 

caem