WASHINGTON. El Servicio Secreto de Estados Unidos admitió hoy que la reputación de esa agencia se ha visto afectada tanto por la mala conducta de algunos de sus miembros como por fallas de operación.

 

“La agencia ha sido dañada severamente en años recientes por fallas que van desde un deshonroso mal comportamiento por parte de algunos empleados hasta rupturas operacionales que socavan la confianza”, señaló Joseph Clancy, director en funciones del Servicio Secreto.

 

El funcionario, quien dirige la agencia desde hace poco más de un mes, compareció este miércoles ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

 

Clancy calificó como “devastadores” los resultados del reporte sobre las fallas de operación ocurridas el 19 de septiembre pasado, cuando un hispano se introdujo en la residencia presidencial tras brincar la reja y encontrar el pórtico principal abierto.

 

“Lo que golpea más duro es el rango de errores que permitieron a Omar González entrar a la Casa Blanca, prácticamente con libertad”, aseveró en su testimonio.

 

Clancy fue nombrado en el cargo por el secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, tras la renuncia de su antecesora Julia Piersen debido a la controversia causada por la serie de fallas registradas en torno a la seguridad del presidente Barack Obama.

 

Durante la audiencia se recordó que el Servicio Secreto, creado por el presidente Abraham Lincoln en 1865, tiene las funciones de cuidar la seguridad del presidente y el vicepresidente y sus familias, así como de los dignatarios que visiten Estados Unidos.

 

Asimismo, se encarga de las investigaciones criminales en temas de robo de identidad, fraude y ataques cibernéticos a instituciones financieras y otras infraestructuras “críticas”.

 

Clancy indicó que ha discutido con el Servicio Nacional de Parques -encargado de la preservación de la residencia presidencial- y otras agencias, aumentar los 2.3 metros de altura de la barda de hierro que rodea esa propiedad federal.

 

Apuntó que el objetivo es “mantener la naturaleza histórica de la Casa Blanca, pero también para aumentar su seguridad”.

 

Destacó que la agencia a su cargo maneja herramientas modernas como sistemas de prohibición del espacio aéreo, sistemas de detección químico, biológico, radiológico y nuclear. Así como aquellos para mitigar ataques potenciales a las redes cibernéticas.

 

Subrayó que otros incidentes como el caso de ataque con un arma de fuego a la Casa Blanca y la cercanía al presidente de un guardia armado durante su visita al centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), han impulsado un cambio de mejoramiento en la agencia.

 

“Haré todo lo que sea posible para abordar, cualquier falla dentro de la agencia y trabajar con la administración y el Congreso para asegurar que mis empleados tengan las capacidades y entrenamiento para llevar a cabo con éxito su misión”, remarcó el funcionario.

MG