La primera impresión que deja el Congreso Nacional del PRD celebrado este fin de semana es que la pretendida “unidad” del partido en torno a los acuerdos tomados en ese cónclave, es más ficticia que otra cosa. Porque aunque Jesús Zambrano diga que los resolutivos son “legales y legítimos” y que resistirán cualquier impugnación, la realidad es que lo que se vio en Oaxtepec fue una alianza coyuntural entre las tribus dominantes que pactaron un acuerdo momentáneo que no garantiza, sin embargo, evitar una fractura del perredismo en el futuro inmediato.

 

Los Chuchos, aliados con la Izquierda Democrática Nacional de René Bejarano, el Foro Nuevo Sol y la ADN de Héctor Bautista se unieron en este Congreso con dos objetivos que se lograron este fin de semana: primero, cerrarle el paso a Marcelo Ebrard Casaubon y evitar que el ex jefe de Gobierno pudiera imponer su agenda a los congresistas y, segundo, echar por tierra una candidatura de unidad a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, a quien le rechazaron las condiciones que había pedido a cambio de aceptar la dirigencia nacional del partido.

 

En el caso de Marcelo no sorprende que haya terminado marginado de las discusiones del Congreso, pues el ex jefe de Gobierno había perdido ya el apoyo de corrientes como la de Bejarano que prefirió pactar con Los Chuchos para mantener sus cuotas de poder en el CEN, y la de senador Bautista que en algún momento había apoyado a Ebrard. A cambio de espacios de poder en una eventual dirigencia de Carlos Navarrete, las tribus prefirieron pactar que desatar desde ahora una lucha intestina por la dirigencia.

 

Pero lo que sí sorprendió de este Congreso es que las mismas tribus, que habían aclamado el regreso de Cuauhtémoc Cárdenas, se encargarán de sepultar su candidatura por que al final no les convenían las condiciones que puso el ingeniero para aceptar la postulación. Lo que pareció una declinación civilizada del líder moral “para dar paso a nuevas generaciones”, fue en realidad una decisión obligada porque Los Chuchos y Bejarano bloquearon las peticiones de Cárdenas por así convenir a sus intereses.

 

En la víspera del Congreso Nacional, cuando se suponía armada la “unidad” en torno a Cárdenas, Nueva Izquierda rechazó las dos últimas condiciones de Cuauhtémoc: que le permitieran decidir dos diputaciones plurinominales por Circunscripción y libertad total para que decidiera los nombres de quienes integrarían al Comité Ejecutivo Nacional que le acompañaría. Al ver amenazados sus espacios de poder, Los Chuchos maniobraron con IDN, Foro Sol y ADN para cancelar la candidatura del ingeniero a cambio de mantener el reparto de posiciones de la dirigencia entre ellos.

 

Por eso el discurso de Cárdenas, con el que declinó buscar el CEN fue, aunque civilizado, muy duro contra “las corrientes y sus cuotas de poder”, además de advertir que habrá fracturas si no manejan bien la sucesión interna, y fuerte la crítica a las fuerzas “que han venido trabajando por la división, sin definición ideológica , sin verdadero proyecto nacional”, en lo que pareció un dirigido al grupo que mantiene en los últimos años el control del partido, es decir Los Chuchos.

 

Así se armó la momentánea “unidad” del PRD en su Congreso Nacional. Anoche Marcelo Ebrard anunciaba que impugnaría los acuerdos ante y que buscará el apoyo de Cárdenas a sus impugnaciones. Si Marcelo va solo, sus denuncias serán testimoniales, pero si el ingeniero le acompañara, cosa que se ve difícil, otra cosa sería. En todo caso la solidez que proclamaba ayer Zambrano en su partido está en veremos.

 

NOTAS INDISCRETAS… El gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, dio ayer su respaldo a la Reforma Energética del presidente Enrique Peña Nieto. El apoyo es significativo por tratarse de un estado eminentemente petrolero y que fuera sede del antiguo cacicazgo del recién fallecido ex líder petrolero Joaquín Hernández Galicia “La Quina”. El gobernante tamaulipeco aprovechó su tercer informe de Gobierno para apoyar los cambios energéticos que podrían aprobarse en diciembre, y lo hizo frente al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida,  nueve gobernadores y el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera que acudieron a su informe ayer en Ciudad Victoria… A propósito de asuntos petroleros, en Pemex aseguran que las recientes maniobras y rumores sobre supuestos acuerdos de la paraestatal mexicana para comprar Repsol tienen que ver con una empresa de comunicación denominada Llorente, pagada por la petrolera española para desacreditar a Pemex en medios mexicanos. La razón de tales maniobras es que Pemex, como accionista que es de Repsol, ha exigido públicamente mejores resultados al director de la compañía española, Antonio Brufau. Y eso no gusta mucho a los gachupines de Repsol… Se baten los dados. Escalera para abrir semana.