Han pasado casi tres meses desde que el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, declaró públicamente que la procuraduría a su cargo investigaba si era real o no la muerte de Juan José Esparragoza Moreno El Azul, difundida por un semanario de Culiacán, y es la fecha en que el gobierno de México ni desmiente ni confirma el presunto deceso del líder del Cártel del Pacífico, también atribuido a “fuentes de la DEA”.

 

Cientos de perfiles sobre este poderoso capo sinaloense se publicaron en la prensa mexicana y extranjera a raíz de su supuesta muerte y en todos hubo un denominador común: a pesar de ser uno de los narcotraficantes más buscados tanto en México como en Estados Unidos y encabezar el cártel de drogas más grande, Esparragoza Moreno ha gozado en las últimas décadas de una especie de “halo protector” desde altas esferas del poder.

 

Por eso llamó tanto la atención que el domingo se difundiera la noticia de que elementos de la Marina habían capturado, en Culiacán, Sinaloa, a Christian Iván Esparragoza Gastelum, de 33 años, quien en sus declaraciones dijo ser hijo de Juan José Esparragoza Moreno. La PGR informó que realizaba pruebas sobre el parentesco del joven detenido la madrugada del miércoles en el fraccionamiento Interlomas de la capital sinaloense y sobre quien no había orden de aprehensión.

 

Con la detención del hijo de El Azul, la procuraduría parece mandar el mensaje de que “estamos investigando” a Esparragoza, cuando antes de esos rumores el narcotraficante no aparecía entre las prioridades del gobierno mexicano que se enfocó totalmente en la captura de Joaquín Guzmán Loera, por el impacto mediático y político, cuando El Chapo es apenas el ahijado del verdadero “padrino” del cártel sinaloense.

 

PAG-10-ESPECIAL_el-azul

 

En todo caso la detención del hijo menor de Juan José Esparragoza no sería un golpe importante a las operaciones de El Azul ni del Cártel del Pacífico. Si acaso sería un golpe al círculo familiar y afectivo del capo. Informes de inteligencia federal indican que Christian Iván Esparragoza no tenía funciones importantes dentro del cártel que dirige su padre y a lo sumo manejaba dinero proveniente del tráfico de drogas. Eso parece confirmarse en los cargos que en principio le fincaría la PGR al joven sólo por “lavado de dinero” pero no por “tráfico de drogas o delitos contra la salud”.

 

Juan José Esparragoza, como muchos otros capos mexicanos, tuvo varios hijos con diferentes mujeres. Christian Iván es el hermano menor de Nadia Esparragoza Gastelum, hija de El Azul y quien cobrara fama por haber sido novia del ex gobernador panista de Morelos, Sergio Estrada Cajigal. También es hermano de Juan Ignacio Esparragoza Gastelum, otro de los hijos del narco que figura en los registros de la DEA pero que habría muerto hace unos años al intentar fugarse, drogado, de un operativo en un hotel de Culiacán.

 

Pero todo indica que el círculo operativo de El Azul sigue intacto. De hecho, tiene otro hijo, de nombre también Juan José Esparragoza pero de diferente esposa y ese sí tiene un papel importante en la logística del tráfico de drogas. Además, entre los lugartenientes de Esparragoza Moreno que siguen libres y trabajan en su círculo más cercano están Mariano Morales, hermano de Carlos Morales El Pelacuas, abogado y delincuente asesinado a tiros en el DF en 2012 y a quien se le atribuían innumerables crímenes, y también hermano del priista Césareo Morales, político sinaloense.

 

También trabajan de cerca con El Azul, según reportes de inteligencia militar, Manuel Barraza El Rorro, un ex policía federal que en 1995 estuvo entre los agentes que llegaron al lugar donde cayó la avioneta de Héctor El Güero Palma, en las afueras de Tepic, pero lo dejaron huir malherido y lo protegieron. El otro lugarteniente importante de Esparragoza Moreno es Pedro Ornelas El Perico, pistolero de El Pelacuas desde los tiempos de la FEG de Guadalajara y también ex informante de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad.

 

Ese parece ser el círculo más cercano de Juan José Esparragoza, El Azul que, aún con la detención de su hijo menor, sigue intocado en su estructura de poder.

 

 

NOTAS INDISCRETAS…Tras el escándalo de sus “amigas”, a las que les prestaba La Rotonda de Los Hombres Ilustres para organizar sus reventones, el delegado en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, es ahora acusado de condicionar los programas sociales y los recursos de su delegación a que los beneficiarios apoyen a la corriente del PRD a la que él pertenece, el Foro Nuevo Sol. Lo más grave del asunto es que las denuncias son de sus propios compañeros perredistas que acusan a Romo de estar utilizando el presupuesto delegacional con dos fines: construir una candidatura suya a diputado federal y buscar imponer a un sucesor en Miguel Hidalgo… Se lanzan los dados. Doble Escalera. Bien pinta la semana.