Vaya momento que están registrando las bolsas (Dow Jones, S&P 500 y el IPC) tanto en Estados Unidos como en México. Después de que el 23 de junio pasado se dio la votación inesperada a favor del Brexit y los siguientes días hábiles, el 24 y 27, del mismo mes se registraron fuertes caídas de mercados, de repente el “optimismo” volvió con gran ímpetu hacia activos con riesgo.

 

¿Qué detonó este regreso a invertir de mercados de capitales? La respuesta es sencilla: los bancos centrales seguirán inyectando liquidez al sistema. Ante un desconocimiento sobre el efecto real en tiempo y magnitud de lo que será la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las acciones inmediatas que tomó el Banco de Inglaterra de aligerar las condiciones de regulación a la banca (para que otorguen un mayor número de préstamos) e inyectar dinero para estabilizar a la libra, fue la política monetaria global de los bancos centrales la que motivó este cambio de percepción en temas de inversión exclusivamente.

 

También a los pocos días en Japón, el partido oficial gana en coalición las elecciones en el Congreso. El gobierno tendrá más facilidad para definir su programa económico que trate de asegurar la recuperación de la economía y la normalización de la inflación. Asimismo, es probable que el Banco de Japón siga dentro de una política monetaria “laxa” y juntos inyecten más liquidez  a su economía y al sistema.

 

El resultado en general es que las tasas de interés en economías desarrolladas durarán un mayor tiempo en niveles bajos y, por lo tanto, los inversionistas busquen dirigir sus recursos a activos con mayor riesgo, lo que representan las bolsas accionarias. Ahora, no son todas las bolsas a nivel mundial, el escenario del Brexit para Europa limita el flujo a los mercados de capitales de la región.

 

Estados Unidos registró en junio una recuperación en casi todos sus indicadores, lo que refuerza un escenario de mejora en la actividad económica, pero que aun así, todo el entorno interno y externo limita a la Fed a ir normalizando las tasas de interés. Por ello, el recurso en alguna proporción se dirige a los mercados accionarios.

 

¿Será sostenible esta tendencia de alza en nuevos máximos históricos?

 

Consideramos que NO. Las valuaciones que hoy presentan las bolsas se ubican arriba en diferentes razones financieras. Como el P/U (Precio/Utilidad) y EV/Ebitda (valor de la empresa incluyendo deuda con costo entre su flujo operativo), que se ubican por arriba de su promedio de los últimos tres a cinco años, entre otros. Los riesgos externos por una Zona Euro que pierde ritmo de crecimiento y el sistema bancario italiano apuntan a un riesgo mayor; también economías como Japón y China, entre las principales, viven momentos de menor crecimiento; la fortaleza misma del dólar seguirá afectando el intercambio comercial a empresas americanas.

 

En México, además, la economía se está desacelerando, la austeridad que tendrá que incrementar el Gobierno federal para acotar el déficit, el aumento de 100 puntos base en la tasa de interés, la caída en la inversión especialmente en activos ante la depreciación cambiaria y el riesgo de una inflación seguirán pesando en la propia valuación del mercado.

 

Podrán pasar algunos días o algunas semanas, aunque creemos que la recuperación de los mercados es buena, pero estará ya limitada. Lo que sí será un hecho es que la volatilidad prevalecerá a lo largo del año mientras la Fed quiera y no pueda subir la tasa de interés.