COLOMBIA. Autoridades indígenas del norte de Colombia denunciaron el pasado jueves que la sequía está afectando a unos 18, 200 miembros de su comunidad en el sur de La Guajira, quienes no han visto llover desde noviembre de 2013, al tiempo que acusaron a la multinacional minera Cerrejón de desperdiciar agua.

 

La denuncia la hizo la Asociación de Autoridades y Cabildos Indígenas Wayúu del Sur de La Guajira durante un encuentro celebrado en Bogotá, en el que dieron a conocer las necesidades urgentes de la población.

 

Los once resguardos y los catorce asentamientos indígenas afectados pertenecen a los municipios de Hatonuevo, Barrancas y Distracción, todos ubicados en el sur del departamento caribeño.

 

La población ha tenido que transportar el agua desde el río Ranchería, que está “bastante” contaminado a causa de Cerrejón, manifestó el gobernador del resguardo indígena de Provincial, situado en el municipio de Barrancas, Luis Emiro Wariyúu.

 

Según la comunidad, esta compañía minera gasta más de 17 millones de litros de agua al día en sus actividades, mientras que la región afronta una grave sequía, las comunidades mueren de sed y hay un desabastecimiento generalizado de comida.

 

Los nativos denunciaron además que la población está confinada debido a que más de 69 mil hectáreas en el sur de La Guajira pertenecen a la compañía, considerada la mina de carbón más grande del mundo a cielo abierto.

 

La tierra, “productiva” antes de la minería

 

“La sequía que está azotando a La Guajira está asociada a la actividad de minería del Cerrejón porque anteriormente no sucedían este tipo de fenómenos”, manifestó Wariyúu, quien además recordó que antes “la tierra era muy productiva”.

 

El líder indígena aseguró que en los puntos en los que la compañía tiene sus operaciones los pobladores “están sin agua” y “las fuentes hídricas se están secando”, una problemática que ya se ha manifestado en el río Ranchería, una importante arteria fluvial que surte a 15 municipios de La Guajira.

 

La representante legal de la comunidad de Tabaco, Inés Pérez, solicitó “que se realicen estudios técnicos independientes sobre el impacto de la minería en el medio ambiente” e indicó que es necesario adelantar acciones para atender el desabastecimiento de agua y la escasez de alimentos.

 

Las comunidades pidieron, además, “una regulación adecuada de la industria minera” y que las instituciones del Estado den prioridad a los derechos de la población más allá de los intereses económicos de las empresas.

 

Pérez recordó que desde el arribo de la compañía minera hace 15 años a La Guajira la comunidad se ha visto afectada y denunció que la población fue expropiada del territorio ya que la multinacional llegó a “sangre y fuego”.

 

Ante la gravedad de la situación las comunidades realizarán una jornada de discusión y análisis del 7 al 9 de agosto próximo en La Guajira, donde discutirán temas como “el desvío del poder a favor de los intereses empresariales y la evidente devastación ambiental y los daños culturales, sociales y territoriales” en la región.

 

Niños indígenas fallecen por falta de agua

 

Otras autoridades colombianas se han manifestado recientemente sobre la crisis en La Guajira. Tal es el caso de la Defensoría del Pueblo que informó este jueves de que un total de 15 niños de comunidades indígenas han muerto este año por enfermedades causadas por la falta de agua y alimento.

 

A esta situación, se suma el hecho de que, de acuerdo con datos de la Federación Colombiana de Ganaderos, la sequía ha matado unas 40 mil reses y ha provocado una reducción significativa de la producción agrícola en los últimos meses.