A sólo tres meses de que concluya el ciclo escolar, la Secretaría de Educación Pública (SEP) modificó los criterios de evaluación con lo cual los docentes podrán reprobar a los alumnos de segundo y tercero de primaria.

 

Con los cambios al Acuerdo 648 –avaladas ya por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)-, regresa también el certificado para los alumnos que concluyan el sexto grado de primaria, que había sido eliminado, el cual se expedirá en papel y también en formato electrónico.

 

El Acuerdo 648 fue aprobado desde 2011 por Fernando González Sánchez, ex subsecretario de Educación Básica durante la administración anterior y yerno de Elba Esther Gordillo. El documento se firmó el 17 de agosto del año pasado y comenzó a aplicarse a partir del presente ciclo escolar.

 

Sin embargo,  siete días antes de la detención de Gordillo Morales, a finales de febrero pasado, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, anunció la modificación del acuerdo.

 

La normatividad derogada por Chuayffet establecía que los alumnos de primero, segundo y tercer año de primaria podrían ser reprobados “siempre y cuando se cuente con autorización expresa de los padres de familia o tutores”.

 

Durante una visita al Senado, el titular de la SEP se refirió en tono sarcástico al tema: “resulta absurdo, pues es poco probable que un padre de familia pueda solicitar que reprueben a su hijo por no obtener los conocimientos suficientes”.

 

Las modificaciones al mencionado acuerdo, enviadas por la SEP a la Cofemer el 8 de marzo pasado, establecen que serán los maestros quienes determinen si un alumno de segundo o tercer grado debe repetir el curso.

 

“Esta determinación podrá adoptarse por el docente, por una sola vez, cuando el educando obtenga un promedio de grado inferior a 6.0″, señalan los nuevos lineamientos.

 

REGRESA EL CERTIFICADO DE PRIMARIA

 

La reforma también prevé que las autoridades entreguen el certificado de terminación de la educación primaria, mismo que había sido eliminado.

 

Este documento oficial podrá expedirse en versión impresa o electrónica, pero en cualquiera de los dos casos deberá sujetarse a los estándares de contenido, diseño y seguridad que establezca la SEP.

 

En el acuerdo original esta certificación despareció y en su lugar se entregaría la Cartilla de Evaluación de Educación Básica una vez que el alumno concluyera la secundaria.

 

En dicha cartilla se promediaban los resultados obtenidos en primaria y secundaria, mismos que daban la calificación final de educación básica.

 

Al respecto, Chuayffet manifestó que este tipo de evaluación sería correcto si todos los alumnos que concluyen su primaria también terminan la secundaria; lamentablemente sólo 88 de cada 100 lo logran, por lo que  requieren el certificado de la primaria.

 

CONFUSIÓN ENTRE LOS DOCENTES

 

La modificación al Acuerdo 648 está lista para que sea publicada por la SEP en el Diario Oficial de la Federación, sin embargo existe confusión entre los docentes.

 

Consultados previo al inicio del periodo vacacional de Semana Santa, maestros consultados por 24 Horas dijeron que hasta ese momento no habían sido notificados de las nuevas disposiciones.

 

Cuestiona Coparmex 

 

Las reformas al Acuerdo 648 son más una cuestión política que una transformación pedagógica, advirtió Xóchitl Lagarda, presidenta de la Comisión de Educación de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

 

“No se observa un soporte sólido para realizar las modificaciones propuestas, incluso de concretarse, denotarían falta de congruencia con el Acuerdo 592 (…) Lo anterior anuncia que se perfilarán modificaciones al Acuerdo 592, poniendo en riesgo la evaluación por competencias”, dijo Lagarda en las observaciones al documento enviado por la SEP a la Cofemer.

 

Previo a la autorización de la comisión, la Coparmex acusó que estas modificaciones no permiten futuros cambios que enriquezcan el proyecto.

 

Además, generarán un costo adicional, no sólo al sector privado sino también al público. La entrega de certificados de terminación implica la compra de papel, material de impresión y la distribución, así como software especializado para la emisión de documentos electrónicos, señala en referencia a la modalidad de certificado electrónico para primaria que deberán expedir las escuelas.

 

Mientras que la reprobación de los alumnos sin el consentimiento de los padres de familia, limita la opinión y participación de éstos en la educación de sus hijos, a pesar de que las nuevas políticas educativas apuntan a una mayor integración de los progenitores.