Sin investigar a fondo la declaración del director general del Grupo Noroeste, víctima de un ataque la semana pasada, la Procuraduría de Justicia de Sinaloa desechó las líneas sobre el trabajo periodístico que encabeza Adrián López Ortiz.

 

El propio gobernador, Mario López Valdés, dio por resuelto el caso con la captura de tres de los presuntos responsables y tres más que son buscados, con lo que se confirmó que se trató del robo de un auto “que desafortunadamente le tocó a Adrián”.

 

Sin embargo, el diario Noroeste detalló en una nota publicada los datos que muestran que el director del Grupo iba a ser secuestrado y que los atacantes sabían de quién se trataba, además de que lo estuvieron siguiendo desde su salida del aeropuerto de Culiacán. Esta información, sostiene el periódico, fueron ignorados por la procuraduría.

 

Ayer rindieron su declaración preparatoria los tres detenidos y sus afirmaciones cuestionan la versión oficial y se contraponen con la declaración del director del Grupo.

 

Puntos esenciales

 

López Ortiz insistió que un auto Versa, con logotipos de una empresa de seguridad privada, estuvo haciéndole “sombra” desde su salida del aeropuerto; luego, por el Bulevar de la “Coca”, vio a los tripulantes platicando con quienes abordaban la camioneta Edge gris en la que viajaban sus agresores y, finalmente, el automóvil sedán presenció la agresión y se retiró después de que lo hirieron.

 

El director general de Noroeste también ha declarado que sus atacantes en ningún momento le pidieron el auto, sino que más bien le demandaron que se subiera en la parte de atrás del auto para llevárselo.

 

“Súbete atrás, te vamos a llevar”, le ordenaron a punta de pistola.

 

“Me estás confundiendo”, respondió López Ortiz, según su relato, “llévate el carro”.

 

“No”, refutó el delincuente, “no te estoy confundiendo, te vamos a levantar; súbete al carro, si no, te vamos a matar”.

 

Inconsistencias

 

Ayer fueron presentados tras las rejillas de prácticas los tres detenidos acusados por el robo del automóvil Altima de Adrián López Ortiz, el cual apareció tres horas después del ataque.

 

Los detenidos negaron las acusaciones de la procuraduría, desconocieron sus declaraciones ministeriales y aseguraron que no tenían planeado el robo del vehículo.

 

Joick Joel Carreón Madrigal, uno de los acusados, dijo que fueron invitados a Culiacán por Carlos Uriel Murillo Morales, El Machucón, quien se encuentra prófugo, y nunca hablaron de asaltos, sino de cobrarle a su tío un dinero que le debía por la reparación de un aire acondicionado.

 

Cuando iban en camino a Culiacán, añadió, Carlos Uriel se tomó un refresco y le echó dos pastillas y se “se pone loco”. Mientras recorrían las calles de Culiacán, les dijo que quería un carro nuevo y sacó un arma.

 

Fue en esos momentos en que vieron un auto blanco parado en un semáforo y se bajó El Machucón y le apuntó al conductor, que supuestamente era Adrián López Ortiz.