Crisis. Carencia de liderazgos políticos, fortalecimiento de las estructuras de corrupción, cultura de la impunidad, desigualdad social, autoridades desarticuladas, crimen organizado, hartazgo social, ineptitud e insensibilidad de los gobiernos en sus tres niveles. Crisis, seis letras que definen la realidad actual de México.

 

Crisis. Una realidad que pudiese, en el caso del país, no ser una oportunidad para la evolución. Sino un punto de referencia para el recrudecimiento económico y el estallido social. Venezuela está protagonizando la consecuencia del hartazgo de gobernantes ineptos, cínicos e insensibles a las necesidades de la población.

 

Hay líderes mesiánicos que enarbolan la causa opositora al gobierno Federal que culpan a la política económica ‘neoliberal’ de la gran inequidad social o se dedican a descalificar en vez de proponer ideas progresistas. Un discurso trasnochado que encuentra su colofón en la realidad de estallido social que vive la Venezuela chavista.

 

Esos líderes mesiánicos, que representan tanto a una izquierda anacrónica como a una derecha mustia y de falsa moral, son predicadores en la práctica de procedimientos antidemocráticos, corruptos, ventajosos, oligárquicos, métodos que lucran con el necesitado a través del ‘clientelismo y acarreo’ político, para alcanzar su máxima ambición: el poder.

 

Y es ahí, en la realidad interna de esos grupos de izquierda –que no toda la izquierda- y de derecha –como el PRI y el PAN-,  justo donde está el verdadero tumor cancerigeno de la realidad mexicana: la corrupción, solapamiento, impunidad y la simulación. Factores que han tenido como consecuencia directa la industrialización del crimen.

 

Sí, la industrialización del hampa. No podría precisarlo pero seguro alcanzaríamos a calcular una cifra muy importante comparada con el PIB del país si sumásemos los beneficios económicos de las actividades ilegales que son fomentadas  o solapadas por las autoridades a todo nivel, o bien consecuencia de la corrupción e impunidad de décadas pasadas.

 

La gente comenta desde las sombras de la zozobra: El Gobierno debería negociar con el crimen para que se tranquilice el país. La pregunta sería ¿qué podría negociar si el hampa hace lo que se le pega la gana bajo el amparo de aliados dentro de las estructuras de poder?

 

¿Qué se puede negociar en una economía que depende severamente de las remesas que envían los mexicanos que viven fuera del país, del narcotráfico, de la piratería, del contrabando, de la mordida, de la impunidad..?

 

El PRD gobierna el Distrito Federal sin liderazgo, con tibieza, factores clave para llevar de la indiferencia a la animadversión su aceptación entre los capitalinos. El PRI, por su parte, gobierna el país igual: sin liderazgo y sin una estrategia clara y congruente.

 

El PAN es un partido con líderes que dejaron pasar su oportunidad de hacer historia a lo largo de dos sexenios. Igual como lo está haciendo el nuevo PRI representado por una nueva generación y operado por los de la vieja guardia.

 

Seis letras que lo dicen todo. Crisis. ¿Qué necesita pasar para que la gente pueda hacer un trámite sin necesidad de escupirle la mano a Godinez? ¿Quién tolera por el acotamiento de la ley a Juan Pueblo para que lucre con un pedazo de calle? ¿Cómo hacerle sentir orgullo al patrullero Melquiades para que cumpla con su deber en vez de aceptar mordidas?

 

Son preguntas que no tienen una respuesta sencilla por que vivir en el lado alternativo del civismo, legalidad y buenas costumbres nos permite muchas comodidades (comprar más barato, conseguir mercancía robada o pirata, rentar estacionamiento, esperar en doble fila, circular en sentido contrario…) y a la autoridad lograr ingresos ilícitos haciendo excepciones para la aplicación de la ley.

 

La corrupción y la impunidad son un gran negocio para unos pocos. ¿En qué momento decidimos la mayoría seguir ese juego para ‘facilitarnos la vida’ agilizando trámites, operando en el acotamiento de la ley o evitando infracciones? ¿Nunca  nadie visualizó que eso iba a ser el origen de todos los males que confluyen en el concepto crimen organizado?

 

Crisis tiene seis palabras. México también.