La semana pasada, los panistas hicieron un “corte de caja”. Y si algo les sorprendió fue que, de las 12 elecciones para gobernador en disputa el próximo 5 de junio, ¡en seis había empate!

 

En cinco de los estados –Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipasel empate de los candidatos panistas era con los abanderados del PRI; y en uno, Tlaxcala, se presentaba un triple empate entre los candidatos del PRI, PAN y PRD.

 

Según sus encuestas internas, en unos casos iban arriba; en otros, abajo. Unas veces con tendencia a favor; otros en contra. Pero, además, con el hándicap que les significa enfrentar a los aparatos de Estado y de partido.

 

En Aguascalientes, por ejemplo, su candidato a gobernador, Martín Orozco, lucía tres puntos arriba de la priista Lorena Martínez. Sólo que la tendencia del panista era a la baja porque su candidata a la presidencia municipal, Tere Jiménez, va en picada y está jalando hacia abajo a Orozco. Pinta difícil, pues.

 

En Durango, según sus mediciones, la diferencia entre José Rosas Aispuro y su contrincante tricolor, Esteban Villegas, sería de tan sólo un punto. Pero si tomamos en cuenta el resultado de los debates –este fin de semana fue el segundo-, al del PAN no le ha ido nada bien. Así que pinta complicado para los blanquiazules.

 

Oaxaca les resulta enigmático, por decirlo de algún modo. Ahí, el candidato del PRI, Alejandro Murat, está un punto y medio arriba de José Antonio Estefan Garfias. Lo que no entienden en el búnker azul es por qué –a sabiendas del empate y de que la campaña de Murat “no prende”– el candidato de la alianza PRD-PAN quitó la campaña de contraste contra el PRI.

 

Por lo que toca a Quintana Roo, las alarmas se encendieron porque Carlos Joaquín perdió dos puntos la semana pasada. Y aunque la diferencia frente al del PRI, Mauricio Góngora, es sólo de tres puntos, los panistas saben que deben alcanzar un margen de cinco puntos si quieren derrotar “al aparato” el día de las elecciones.

 

En el horribilis caso de Tamaulipas, según sus encuestas, la diferencia sería de tan sólo un punto entre el panista Francisco García Cabeza de Vaca y el priista Baltazar Hinojosa (el del PAN arriba). El pronóstico es reservado.

 

Referente a Tlaxcala, los panistas sólo hablan del triple empate. Nosotros añadiríamos que a la candidata azul, Adriana Dávila, la abandonaron a su suerte los jerarcas de su partido. Primero, porque “se emperró” en ser candidata y no sumarse a la alianza con el PRD; y segundo, porque es calderonista.

 

Por lo demás, ven al PRI al frente en Hidalgo (ahí “van a arrasar”), en Sinaloa (aquí la disputa cerrada es por el segundo lugar), en Chihuahua (por nueve puntos), en Zacatecas (por cinco puntos).

 

En Veracruz, advierten, Miguel Ángel Yunes Linares aún aparece arriba del priista Héctor Yunes –y del candidato de Morena, Cuitláhuac García-, pero la tendencia de la elección “es a cerrarse”.

 

El único estado donde el PAN se ve triunfante por amplio margen es en Puebla. Tony Gali, su candidato (más bien del gobernador Rafael Moreno Valle) está ocho puntos arriba de la priista Blanca Alcalá, y todo indica que no tendrá mayores problemas para ganar.

 

Gemas: obsequio del vocero del PAN, Fernando Rodríguez Doval: “(Manlio Fabio Beltrones) es el rey de la guerra sucia”.