La pregunta cayó en el hígado a los verdes; removió de sus curules a los tricolores; espabiló a los blanquiazules; provocó muecas entre los del sol azteca, y endureció la quijada de Miguel Ángel Osorio Chong.

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El autor de la provocación fue el ex secretario de Gobernación, Manuel Bartlett. El contexto político le era más que propicio para lo que pondría sobre la mesa y por añadidura los “sandías” del PVEM le sirvieron el tema en bandeja, con nombre y apellido: Andrés Manuel López Obrador.

 

Así que en cuanto Bartlett volvió a la tribuna del Senado para plantearle su pregunta al titular de Bucareli, se centró en ese único tema. Y lo planteó a partir del mensaje que dio Enrique Peña Nieto con motivo de su Tercer Informe de Gobierno:

 

El Presidente –refirió Bartlett–, haciendo uso de sus poderes, “lanzó a todos los sicarios que pululan en el sistema político a atacar a la persona que va en primer lugar en las encuestas….El Presidente usó sus poderes para atacar a una persona…, a López Obrador, que es el que los tiene aterrados”.

 

Yo le hago una pregunta política, precisó Bartlett:

 

“¿Puede usted, porque es el secretario de Gobernación, contestarme –se lo pregunto con todo respeto– si el presidente Peña Nieto va a seguir haciendo campaña para atacar a una persona, a Andrés Manuel López Obrador, para que sus sicarios políticos hagan lo que ya hicieron aquí?”

 

Mi pregunta es muy sencilla, señor secretario, insistió el poblano:

 

“¿Va a usar el Presidente esos poderes, de aquí a las elecciones, para atacar al que ha escogido como adversario? ¿O va a ser un presidente digno, que se mantenga imparcial, hasta donde se pueda; o va a seguir haciendo esos señalamientos para que terminemos en una guerra de sicarios, como aquí lo hemos visto en el Senado, sin venir al caso?

 

El gobierno no lo ha atacado .- Se hizo el silencio en espera de la respuesta del secretario de Gobernación.

 

En aquel momento, el escenario en el salón de plenos del Senado era de llamar la atención: los perredistas estaban bien portados y los panistas, en cambio, jugueteaban a la subversión desde que inició la comparecencia del secretario de Gobernación.

 

En cada escaño de los senadores de Acción Nacional lucía una pancarta con una etiqueta general que rezaba: #Sin Confianza No Hay Gobierno. Y sobre de ésta aparecían motivos indistintos –uno diferente por cada senador– de tragedias y escándalos de corrupción ocurridos a lo largo del actual gobierno:

 

Casa blanca, Ayotzinapa, La fuga del Chapo, Malinalco, Ixtapan de la Sal, Ya me cansé, Ostula, OHL, Arturo Escobar subsecretario…

 

Osorio Chong se plantó ante el atril. Comenzó su respuesta así:

 

“Senador Manuel Bartlett, México vive tiempos totalmente diferentes…”

 

(¿Bofetada con guante blanco? ¿Era una manera de decirle a Bartlett que en sus tiempos de secretario de Gobernación (durante el sexenio de Miguel de la Madrid) era precisamente eso lo que se hacía? ¿Era una referencia al juego sucio que emprendieron contra Cuauhtémoc Cárdenas, recién salido del PRI, previo a las elecciones de 1988? Muy probablemente.)

 

Luego se siguió con las consabidas frases: Tenemos instituciones democráticas fortalecidas, estas instituciones cuidan, revisan y sancionan nuestros procesos, y cuidan la actuación, por supuesto, de los gobiernos tanto municipal, estatal y federal… (bla, bla, bla).

 

Pero luego retomó:

 

“A su pregunta, de manera puntual, le digo que este gobierno no lo ha hecho (atacar a López Obrador) y no lo hará.

 

“A su pregunta le contesto que en este gobierno ni la seguridad, ni las instituciones, ni los instrumentos que le da la Constitución al gobierno de la República se ocuparán en cuestiones electorales. Lo ha acreditado en los hechos”.

 

Y tan, tan.

 

 

Gemas: Obsequio de Edward Snowden, el hombre que reveló un sistema de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, al estrenar su cuenta en Twitter: “Can you hear me now?” (¿Me escuchan ahora?)