En el último tramo de la negociación entre el gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), las pláticas se rompieron ayer en la tarde al presentar posiciones intransigentes ambas partes en el punto de las modificaciones a las normales rurales, contemplada dentro de la Reforma Educativa, con la cual se permitiría que las universidades privadas pudieran incorporar la docencia primaria dentro de sus planes de estudio, revelaron fuentes del magisterio.
Los cambios a las escuelas normales no están contemplados dentro del documento. La única referencia al tema se hace en la fracción III del artículo 3°, señala que el Ejecutivo Federal será el responsable de determinar los planes y programas de estudio de todos los niveles educativos, incluyendo la educación para formar docentes. Las normales tienen un valor específico para el movimiento de la CNTE, ya que los egresados de Oaxaca y Michoacán no aplican el concurso de oposición para obtener una plaza y entran en forma automática al magisterio.
En ocasiones anteriores el secretario de Educación Emilio Chuayffet, aseguró que estos centros escolares no desaparecerán, pero requieren de una trasformación profunda, que deberá llevarse a cabo en la siguiente etapa de la reforma. Esa transformación es lo que propició el desacuerdo y la escalada del conflicto.
Las negociaciones entre el subsecretario de Gobernación, Enrique Miranda, y representantes de 19 estados donde tiene presencia la CNTE, celebradas el martes por la noche, alcanzaron un primer acuerdo sobre un documento de siete puntos, con sólo el último, referido a las normales rurales, para terminar de ser discutido la mañana del miércoles, dijeron las fuentes, pero se desmoronó por la tarde.
La ruptura en las negociaciones impidió que se realizara un periodo extraordinario el viernes por la noche donde se aprobara la Ley del Servicio Profesional Docente, y que se despresurizara el entorno de conflicto para el domingo 1 de septiembre, con el inicio del retiro de contingentes de la ciudad de México y el regreso a sus estados.
Fuentes que participaron en la negociación indicaron que los maestros habían propuesto una calendarización para que entrara en vigor dentro de cuatro años la docencia primaria en las universidades, a fin de que pudieran prepararse para entrar a otro nivel de competencia con instituciones privadas, para lo cual pedían al gobierno federal que los dotara de herramientas técnicas que les permitiera la capacitación en igualdad de condiciones.
La argumentación que esgrimieron los maestros utilizó una analogía militar. Las fuentes dijeron que uno de los dirigentes expuso el caso de los médicos militares, que no por el simple hecho de estudiar la carrera los hacen coroneles. El Ejército los va observando para ver si tienen vocación, y sólo hasta entonces vienen las promociones. “Nosotros somos iguales que ellos”, enfatizó. Por lo mismo, pidieron que también se añadiera como requisito para las universidades privadas que tuvieran carreras de docencia, el ingrediente de la “docencia”.
La propuesta fue llevada también al Consejo Rector del Pacto por México, donde de acuerdo con las fuentes, el ex gobernador de Morelos, Marco Adame, representante del PAN, afirmó que su partido no aprobaba ningún cambio en la reforma y dijo que si no se aprobaba en sus términos la Ley, reconsiderarían su apoyo a la Reforma Energética.
Las negociaciones se rompieron ante esa negativa, y la reunión programada para el miércoles por la tarde noche entre la CNTE y el subsecretario Miranda se canceló. Intermediarios entre las dos partes intentaban anoche de abrir un espacio para una nueva negociación este jueves, con la posibilidad de que se diera un nuevo encuentro entre las dos partes. Sin embargo, hasta anoche las posiciones se mantenían inalterables, donde la negativa a aceptar la contrapropuesta de la CNTE sobre las normales rurales permanecía como la postura del gobierno y el Pacto por México.
Los dirigentes de la CNTE habían aceptado previamente los términos de la Ley Profesional del Servicio Docente, con modificaciones que también fueron aprobadas por Miranda, quien las presentó en la Presidencia de las República y la Secretaría de Gobernación, que le dieron el visto bueno. Las negociaciones estaban encabezadas por los líderes de la CNTE en Oaxaca, Rubén Núñez Gines, que por número es el contingente con mayor fuerza, y por Juan José Ortega Madrigal de Michoacán, que aunque mucho menor en cantidad de miembros, es una sección muy radical.
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