Washington. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, recibirá hoy en Boston (Massachusetts) a los cancilleres de México, José Antonio Meade, y de Canadá, John Baird, para la cumbre ministerial de Norteamérica que se celebra anualmente.

 

En la reunión de hoy y mañana, los funcionarios “revisarán los esfuerzos para apoyar una mayor competitividad norteamericana, impulsar el liderazgo en energía y cambio climático, mejorar la cooperación de seguridad, cooperar en prioridades hemisféricas y fortalecer las iniciativas de educación en toda Norteamérica”.

 

El encuentro ministerial suele celebrarse en enero de cada año para preparar la cumbre que los presidentes de los tres países de Norteamérica han mantenido anualmente desde 2005.

 

No obstante, el anfitrión de la cumbre de este año, Canadá, decidió a mediados de este mes suspender la cita presidencial que iba a celebrarse en febrero, una decisión que la prensa canadiense atribuyó a las malas relaciones que mantiene el primer ministro del país, Stephen Harper, con Barack Obama y Enrique Peña Nieto.

 

El conservador Harper se ha enfrentado con Obama por sus políticas medioambientales y su oposición para que Estados Unidos apruebe la construcción de un oleoducto que permitiría transportar petróleo canadiense hasta el Golfo de México.

 

Sin embargo, ayer el Senado de EU, de recién estrenada mayoría republicana, desafió a Barack Obama y aprobó el proyecto de ley para la construcción inmediata del polémico oleoducto Keystone XL, a pesar de las amenazas de vetar el texto emitidas por el mandatario.

 

El Senado dio su respaldo a la ley tras semanas de debate sobre numerosas enmiendas y ahora solo resta que su contenido se ajuste al proyecto similar ya aprobado por la Cámara baja, por lo que llegará a la mesa de Obama para que estampe su firma o lo vete la semana próxima.

 

El oleoducto transportaría unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares del país, incluidas refinerías de Texas en el golfo de México y un centro de distribución en Oklahoma.