El viernes pasado tuvimos dos noticias que poco a poco empiezan a abrir camino hacia un siguiente movimiento en la tasa de interés por parte de la Fed y, en consecuencia, del Banxico.

 

Janet Yellen, presidenta del Fed, mantuvo una opinión más optimista sobre el desempeño de la economía después de conocer algunos indicadores que han mejorado un poco entre abril y mayo, generando una expectativa de recuperación en el crecimiento económico hacia el segundo trimestre del año por arriba de 0.8% del primer trimestre.

 

En la actualidad las probabilidades para julio sobrepasan 50% de que la Fed aumente 25 puntos base. Sin embargo, el determinante, desde nuestro punto de vista para que se reflejara en junio el siguiente aumento, estaría dado por el dato de empleo que conoceremos este 3 de junio próximo.  Hasta ahora, el estimado en la creación de empleos oscila alrededor de 160 mil plazas, con lo que el promedio de los últimos 12 meses pasaría de 220 a 212 mil puestos generados, un ajuste de 3.6% a la baja.

 

Si el dato estuviera con una sorpresa positiva y fuera cuando menos  del orden de las 180 a 200 mil plazas, o una revisión al alza en la creación de abril o que el ingreso por hora aumentara a una tasa anual igual o superior a 2.4%, consideramos que podrían ser elementos que justifiquen a la Fed junto con el inicio de la normalización en la inflación, variables que serían “suficientes” para decidir en junio el aumento de 25 puntos y llevar la tasa de 0.50 a 0.75%.

 

Por ello, consideramos que en términos de divisas, la presión del dólar se mantendrá en las próximas semanas frente al euro, al yen, a la libra y, de forma muy probable, ante divisas emergentes, especialmente si el precio del petróleo empieza a ceder terreno.

 

En México conocimos el anuncio del FMI de otorgarle a México la renovación de la línea de crédito “flexible” por 88 mil millones de dólares, un incremento respecto a la línea previa de 21 mil millones, que se explica desde nuestro punto de vista por el nivel que tenían nuestras reservas internacionales en mayo de 2015 respecto al nivel actual y que se han ajustado en una proporción parecida. Todo ello para mantener un nivel arriba de los 260 mil millones de dólares que haga frente al riesgo de movimientos de flujos internacionales.

 

El anuncio resulta muy positivo, pero ¿por qué el FMI y el gobierno mexicano buscaron adelantar esta renovación que, de manera normal, ocurre en noviembre? La respuesta más trivial es que se está preparando el terreno para una coyuntura de aumento en las tasas de interés muy probablemente por la Fed y, en consecuencia, el Banxico en estos meses.

 

La tenencia de extranjeros registra en mayo una disminución del orden de siete mil 500 millones de dólares. La balanza de pagos a marzo indicó una salida de 11 mil millones de dólares y las empresas al primer trimestre del año aumentaron su endeudamiento en moneda extranjera de tal forma que el Banxico y la SHCP quieren evitar riesgos sobre nuestra economía con “sorpresas desagradables de mayor tamaño”.