El mapa delictivo de México no ha cambiado en los últimos dos años, pese a las estrategias y el aumento en el despliegue de seguridad, son los estados de la región centro los que acumulan el mayor número de crímenes de alto impacto y, en consecuencia, donde más víctimas de asesinato, secuestro y extorsión se contabilizan de enero a septiembre de este año.

 

El Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Morelos, Guerrero, Hidalgo y Tlaxcala conforman la región con la cifra más alta en delitos y víctimas generadas, lo que la convierte en la zona más peligrosa del país con 242 mil 162 delitos registrados de manera oficial de enero a septiembre de 2014, muy por encima de los estados en las regiones del Noroeste y Sureste donde en el mismo período se contabilizaron 69 mil 928 y 72 mil 069 ilícitos respectivamente.

 

Desde diciembre de 2012 cuando entró en marcha el combate al crimen por región, el gabinete de seguridad, en coordinación con las autoridades estatales, ha implementado tanto en el centro como en el resto del país esquemas y acciones conjuntas a favor de la seguridad por región. Pero los resultados no se han visto reflejados en los reportes que hacen las Procuradurías sobre la cantidad de delitos que registran.

 

La violencia no sólo se refleja en los números por región, sino en las cifras que se acumula por estado sin importar que la zona, según los informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública Baja California, Guanajuato y Jalisco, se ubican en los cinco estados más violentos, sólo por debajo del Estado de México y el Distrito Federal.

 

Otro reflejo de que el crimen y la violencia no respeta territorio, es el hecho de que según las cifras oficiales Nayarit (mil 553 delitos) y Colima (3 mil 179), de la región Occidente; así como Tlaxcala (3 mil 803), en la zona céntrica son donde se han registrado los índices más bajos de plagios, homicidios, lesiones, robos y extorsiones.

 

Sobre el número de víctimas a nivel nacional resultan Aguascalientes, con 63; Baja California Sur, y nuevamente Tlaxcala con 66, respectivamente; y Yucatán con 69.

 

En el mismo rubro, las estadísticas reflejan que son el Estado de México y Guerrero, en la región Centro; Tamaulipas, en el Noreste; y en el Occidente Jalisco y Michoacán, los que encabezan la mayor cifra de personas asesinadas, secuestradas y extorsionadas. Cabe señalar que el registro de víctimas apenas se incluyó este año en los informes del SESNSP, y sólo se cuenta con las cifras de enero a septiembre de 2014.

 

¿Y las estrategias?

 

En el gobierno de Enrique Peña Nieto se han emprendido diversas estrategias de seguridad regionales a fin de disminuir la incidencia delictiva y por ende la recuperación del territorio tomado por el crimen organizado, tal como se puso en acción en Michoacán, Tamaulipas, el Estado de México, y más recientemente la intervención del gobierno federal en Guerrero, derivado de la desaparición forzada de 43 estudiantes desde el pasado 26 de septiembre.

 

Pero el recuento de los delitos en esos estados no da muestra de un avance significativo pese a dichos planes de seguridad; de hecho dichas entidades figuran entre los primeros lugares del resto del país con más averiguaciones previas abiertas y cantidad de víctimas de delitos de alto impacto.

 

De acuerdo con las cifras, Michoacán, donde en enero de 2014 inició con la estrategia de seguridad del gobierno federal, se ubica en el tercer puesto de la región Occidente con más delitos registrados, más de 17 mil 300; por debajo de Guanajuato y Jalisco; mientras que en el caso de las víctimas éste último junto con el territorio michoacano suman la mayoría en la zona, con mil 289 y mil 358 respectivamente.

 

Fue hace más de seis meses, el 13 de mayo, cuando el despliegue federal se hizo en Tamaulipas, pero no así en la disminución de la cantidad de las víctimas de la violencia, al grado de posicionarlo a la fecha como el segundo estado más violento de su región, después de Coahuila con 18 mil 911 y 17 mil 497 delitos; y de nueva cuenta en el segundo lugar con más víctimas a nivel nacional sólo por debajo del Estado de México, donde la intervención federal se realizó 43 días antes que en la entidad gobernada por Egidio Torre Cantú.

 

La zona metropolitana del país resulta otro caso preocupante, pues aunque la PGR ha presentado evidencia de la operación de células del crimen organizado tanto en la Ciudad de México como en territorio mexiquense, las autoridades capitalinas han insistido en la idea de que en la ciudad no operan cárteles país, y es un hecho que ambos son los lugares con más delitos no sólo del Centro sino en todo el país.

 

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Más recursos para la seguridad de cuatro estados

 

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que habrá más recursos para atender las necesidades en aquellas zonas donde hay debilidades, no sólo en Morelos, sino también en el Estado de México, Michoacán y Guerrero.

 

Al inaugurar junto con gobernador Graco Ramírez el Centro de Coordinación, Comunicación, Control, Comando y Cómputo (C5), el funcionario federal señaló:

 

“En toda esta zona en donde la responsabilidad de las autoridades se dejó a un lado, en donde se permitió la colusión de los cuerpos de seguridad con el crimen organizado. Sí hay un antes y un después, Morelos es el ejemplo de ello”.

 

Osorio Chong dijo que Morelos es ya un ejemplo de las cosas que se tienen que hacer en materia de seguridad.

 

Recordó que hace dos años no existía coordinación entre autoridades; “hoy -señaló- cada quien cumple con lo que la ley mandata, federación, estados y municipios”.

 

“Morelos destacaba por ser líder en la comisión de delitos, hoy destaca el compromiso de su gobernador Graco Ramírez por su firmeza y resultados, que le exigió la población que hoy está sirviendo”, sostuvo.