En siete días, los contagios por el virus del zika se incrementaron en casi 100% al pasar de 34 a 65 casos autóctonos confirmados hasta el cinco de febrero, de acuerdo con información de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.

 

En su boletín epidemiológico, la dependencia informó el aumento de casos autóctonos de zika y que el virus se ha extendido a tres estados. Al cinco de febrero, había 35 enfermos en Chiapas (17 más que la semana pasada), cuatro en Nuevo León, 21 en Oaxaca (17 más), uno en Sinaloa y otro en Jalisco; el virus apareció en Guerrero (1 caso), Veracruz (1) y Yucatán (1).  La Secretaría no se ha pronunciado sobre el tema.

 

Este incremento se ha dado a pesar de que todavía no existen en el país las condiciones climáticas óptimas para que se reproduzca el mosquito Aedes Agypti, que transmite el virus. La Secretaría de Salud espera que el zika se disperse por prácticamente todo el país a partir de abril y mayo con excepción del D.F. y Tlaxcala, que se encuentran libres del insecto. Los estados más afectados serán los que se encuentren en la costa y sureste del país.

 

Aíslan zika en líquido amniótico

 

Aunque hasta el momento no se ha comprobado científicamente que el virus del zika esté relacionado directamente con el incremento en los casos de microcefalia, científicos de Brasil -el país que más contagios ha reportado- aislaron el virus en el tejido cerebral y el líquido amniótico presente en 17 fetos que nacieron muertos por microcefalia y cuyas madres se infectaron durante el embarazo.

 

Mientras, en Guatemala hay 10 mujeres embarazadas que se infectaron del virus; una de ellas dio a luz ayer martes -informó la agencia DPA-, la madre y el bebé están sanos y, de acuerdo con el reporte, la mujer se contagió de zika durante las últimas semanas de la gestación. En México la SSA no ha confirmado si alguna de las mujeres infectadas está embarazada.

 

El temor se ha extendido en el continente y en algunos países como Argentina se están popularizando métodos para contener el vector, aunque estos no han sido aprobados por la Organización Mundial de la Salud; por ejemplo, la cría y reproducción de sapos y ranas que se comen a los mosquitos y de esta forma, evitan que estos piquen y contagien el virus del zika.

 

Esta medida es similar al intento -apoyado en la ciencia- que desde finales de enero está probando Brasil para liberar millones mosquitos transgénicos (o genéticamente modificados). De acuerdo con el periódico El País, estos insectos están diseñados para que su descendencia muera antes de llegar a la fase adulta, en la cual transmite la enfermedad. Hasta el momento, la medida ha servido para reducir las larvas de mosquito hasta en 82%.