SLAVIANSK. Mientras las tomas de edificios y los enfrentamientos parecen contagiarse de una ciudad a la otra en el este de Ucrania, los socios occidentales de Kiev, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) amenazaron a Rusia con nuevas sanciones y con intensificar el enfrentamiento diplomático que desató la anexión rusa de la península de Crimea el mes pasado.

 

El gobierno nacional interino de Ucrania lanzó un masivo operativo militar en la ciudad de Slaviansk de cerca de 120 mil habitantes, donde militantes prorrusos armados tomaron la comisaría e izaron la bandera rusa en el edificio de la municipalidad. Sin embargo, el operativo no logró desarmar el levantamiento separatista.

 

Desde su página de Facebook, el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, informó que al menos un oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) murió y otros cinco agentes resultaron heridos durante el operativo, y que “los separatistas también sufrieron bajas”.

 

Más tarde, un miliciano prorruso, Nilolai Solntsev, le dijo a la agencia de noticias de Moscú RIA que al menos un activista opositor había fallecido y otros dos habían resultado heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad ucraniana.

 

Los militares lograron tomar el control del aeropuerto, pero unos 200 milicianos prorrusos fatigados y armados con fusiles Kalashnikov mantenían barricadas en el puente sobre el río Kazionni Torets, en uno de los accesos a Slaviansk.

 

Además, también seguían bloqueando la calle Svoboda (Libertad), la principal vía de acceso al centro de la ciudad.

 

Desde el puente de las afueras de la ciudad, muchos separatistas pedían ayuda a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin.

 

“¡Diganle a Putin que nos ayude!”, gritaba exaltada un mujer con un ícono ortodoxo en las manos a un grupo de corresponsales de medios extranjeros.

 

“Vamos a luchar hasta la muerte”, prometía otro hombre de mediana edad, que se identificó como Mijail.

 

Al norte de allí, en Jarkov, la movilización de los sectores prorrusos volvieron a dejar en vilo a la ciudad.

 

Primero un grupo de militantes prorrusos se enfrentó con una manifestación que apoyaba al nuevo gobierno de Kiev, que reemplazó en febrero pasado al presidente destituido, el prorruso Viktor Yanukovich, tras meses de masivas marchas en la capital ucraniana.

 

Según medios locales, los choques dejaron varios heridos y pese a que la policía logró finalmente separar a los dos grupos, varios militantes prorrusos se dirigieron a la sede de la municipalidad y bloquearon completamente el edificio, dejando adentro de rehén al intendente, Guenadi Kernes, según informó la agencia de noticias Interfax-Ucrania.

 

El tercer epicentro de la tensa jornada estuvo, nuevamente, en la región de Donetsk, también en el sureste del país, a pocos kilómetros de la frontera con Rusia.

 

Manifestantes prorrusos tomaron las municipalidades de la ciudad portuaria de Mariupol y de Yenakievo, una localidad de 85 mil habitantes a 50 kilómetros de Donetsk, la capital de la región, donde desde hace una semana el gobierno local está tomado por los separatistas que declararon de forma unilateral la independencia.

 

La toma de la municipalidad de Mariupol se produjo después de un acto en favor de la creación de la “República de Donetsk”, que congregó a poco más de un millar de personas en el centro de esa ciudad, de casi medio millón de habitantes.

 

Para el gobierno interino en Kiev la creciente inestabilidad en el este del país tiene un claro motor: Rusia.

 

“En las regiones orientales de Ucrania, lo servicios de espionaje rusos y saboteadores iniciaron una operación separatista a gran escala, con el objetivo de tomar el poder, desestabilizar la situación (…) y separar estas regiones de nuestro Estado”, denunció en un comunicado la Cancillería ucraniana.

 

Kiev prometió continuar con la “operación antiterrorista” y dio un ultimátum a los milicianos prorrusos para deponer las armas hoy.

 

 

Turchínov da de plazo hasta hoy

 

El presidente interino de Ucrania, Alexándr Turchínov, anunció que da de plazo hasta el lunes para que los activistas prorrusos sublevados en el este del país depongan las armas.

 

En un mensaje televisado, Turchínov dijo que Ucrania desplegará tropas para una “operación contraterrorista a gran escala” para resistir los ataques de fuerzas armadas pro rusas y prometió que no se perseguirá a quienes entreguen las armas “y no hayan disparado” contra los efectivos de seguridad ucranianos, que hoy lanzaron una operación antiterrorista en la ciudad de Slaviansk.

 

Advirtió de que el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania ha decidido comenzar una “operación antiterrorista de envergadura con el empleo de las fuerzas armadas” en las regiones orientales de país, donde activistas prorrusos han tomado una serie de edificio públicos.

 

Aseguró que las autoridades ucranianas han hecho todo por evitar el derramamiento de sangre, pero están dispuestas a rechazar “con las armas en la mano los intentos de invasión y desestabilización, así como las acciones terroristas”