TUCSON. Una inmigrante salvadoreña que permaneció detenida más de dos meses en el Centro Familiar Residencial de Artesia (Nuevo México) junto a sus tres hijos dijo en entrevista con la Agencia EFE que en estas instalaciones de Inmigración pasó los peores días de su vida, llenos de tristeza y desesperación.

 

 
“Uno sale del cuarto y ve mujeres llorando en los corredores, en los cuartos, todo allí es muy deprimente. Estaba tan desesperada que en un momento estuve a punto de firmar la salida voluntaria y pedir que me enviaran de regreso”, contó Teresa Maravilla, de 36 años y originaria de Ahuachapán (El Salvador).

 

Maravilla cruzó la frontera el 7 de julio con su esposo y sus hijos, de 4, 10 y 16 años. Su marido fue enviado a un centro de detención al norte del país, mientras ella y los niños fueron remitidos al centro de detención de Artesia.

 

De acuerdo con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), en Artesia hay 598 inmigrantes detenidos, de los cuales 270 son madres.

 

La mujer indicó que “durante el día uno se deprime mucho” y que cuando llega la noche los niños son separados de sus madres y sólo los menores de 12 años pueden dormir con ellas.

 

Su particular pesadilla terminó el viernes pasado cuando, después de solicitar asilo político y pagar una fianza de 12 mil dólares, fue liberada junto a sus hijos.

 

“Nosotros no hemos matado, ni le hemos hecho daño a nadie y nos dan fianzas hasta de 30 mil dólares, a la muchacha que estaba en el cuarto al lado del mío le pusieron 40 mil dólares de fianza, 20 mil por ella y 20 mil por las niñas”, contó Maravilla.

 

La abogada Meredith Brown dijo que están preparando una demanda contra el Gobierno federal porque consideran ilegal poner fianzas a los niños.

 

Los abogados que han estado asistiendo a familias en Artesia, la mayoría de ellos de manera gratuita, señalan que las condiciones de las mujeres son “realmente difíciles”.

 

Brown indicó que cuando visitó Artesia no pudo contener las lágrimas: “Son niños, y no puedo creer que en mi país los estén tratando de esa manera”.