El TLCAN mejoró la competitividad exportadora del país y aumentó su integración con la economía de Estados Unidos. Sin embargo, “no ha resuelto el lento crecimiento, la baja productividad, ni los bajos salarios de México”, señaló Madhavi Bokil, senior analyst de Moody’s.

 

En un reporte, la calificadora hizo notar que los salarios de los mexicanos se ubican hoy debajo de del nivel que tenían en 1994. Tan sólo en el sector manufacturero lo ingresos de los trabajadores equivalen a menos de 20% de los sueldos en Estados Unidos.

 

Según el análisis, los salarios en el país se estancaron, pues de 2001 a 2015, el sueldo por hora en el sector manufacturero aumentó sólo 9.0%, mientras que en Brasil creció 120%; en Filipinas, 125%; en Corea del Sur, 152%; en China se incrementó 587% de 2002 a 2013.

 

“Aunque México ha podido mantener algo de su competitividad, los trabajadores mexicanos están en peor situación en términos reales”, advierte el reporte que señala además que la economía mexicana no tuvo un mejor desempeño respecto a otros países de América Latina. Desde el acuerdo tuvo un crecimiento similar al del periodo 1985-1944, lejano al registrado en las décadas pasadas.

 

De hecho, anticipó que si la productividad de México permanece estancada, la brecha de ingresos frente a Estados Unidos aumentará con el tiempo en lugar de lograr una convergencia.

 

Moody’s advirtió que para su crecimiento la economía no debe depender sólo del modelo actual enfocado en las exportaciones, particularmente dependiente del mercado estadounidense.

 

Para la agencia, el país debe trabajar en incrementar su productividad mediante la reducción de la informalidad en la economía, modernizar los procesos de producción y mejorar la educación.

 

Sobre las reformas estructurales aprobadas al inicio de la administración, la agencia considera que ayudarán a mejorar la economía, aunque hizo hincapié en que esto se logrará sólo si son bien implementadas.

 

El proyecto de las Zonas Económicas Especiales, las cuales están siendo organizadas en Chiapas, Veracruz-Oaxaca y Michoacán-Guerrero con miras a comenzar a funcionar en septiembre de 2018, también fueron mencionadas como una forma de abatir las disparidades regionales en el país y la baja productividad.

 

caem