MOSCÚ. Rusia inauguró este miércoles sus propios Juegos Paralímpicos alternativos después de su exclusión de los de Río de Janeiro por las acusaciones de dopaje de Estado vertidas por el informe McLaren.

 

“La selección rusa es uno de los equipos más potentes del mundo”, proclamó el presidente ruso, Vladímir Putin, al dar la bienvenida a los deportistas paralímpicos.

 

“Los Juegos Alternativos”, una propuesta del jefe del Kremlin, fueron inaugurados en el centro comercial Crocus City con un desfile de los deportistas paralímpicos que contó la presencia del ministro de Deportes, Vitali Mutkó.

 


Desfilaron los judocas, los futbolistas, arqueros y tiradores, jugadores de balonmano, ciclistas, remeros, tenistas y nadadores, entre otros.

 

“En Río debíamos participar en 18 modalidades deportivas. Pero estoy seguro de que estas dificultades son pasajeras”, dijo Mutkó, quien se manifestó convencido de que los paralímpicos rusos podrán competir en futuros torneos.

 

El pasado 7 de agosto el Comité Paralímpico Internacional (CPI) excluyó al equipo ruso debido a las denuncias de dopaje de Estado recogidas en el informe McLaren encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

 

El presidente del CPI, Philip Craven, cifró en 44 los deportistas rusos cuyas pruebas antidopaje fueron manipuladas durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014.

 

Craven lamentó que “el programa de dopaje de Estado también haya involucrado al deporte paralímpico”, pero exculpó en todo momento a los deportistas y responsabilizó exclusivamente al Estado ruso, al que acusó de corrupción.

 

Rusia, que fue segunda en el medallero en los Juegos Paralímpicos de Londres (2012) por detrás de China, recurrió ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y la Justicia suiza, pero ambos rechazaron sus apelaciones.

 

El presidente del Comité Paralímpico Ruso (CPR), Vladimir Lukin, que recordó que en 20 años que ha dirigido el CPR las organizaciones internacionales nunca le llamaron la atención, consideró “inaceptable” la responsabilidad colectiva, es decir, castigar a todos los deportistas por las infracciones de unos pocos.

 

A la hora de condecorar a los medallistas olímpicos en el Kremlin, el presidente ruso Putin se mostró indignado con la exclusión del equipo paralímpico, decisión que tachó de “humillante” e “inhumana”.

 

“La decisión de descalificar a nuestros paralímpicos está al margen del derecho y de la moral. Es un acto de cinismo vengarse y canalizar el odio contra aquellos para los que el deporte es el sentido de sus vidas”, dijo. JMS